La Jornada
Una imposición hidalguense
Ahora parece que se trata de una verdadera provocación, de poner a prueba la elasticidad de la liga, y desde la misma Secretaría de Desarrollo Social se impone al hidalguense Sixto Hoyos como su delegado en la capital del país. Usted dirá, como muchos, y éste, ¿de dónde lo sacaron?, pero su huella en la vecina entidad es clara y profunda.
Para que se tenga en cuenta, ahí van algunos de sus datos públicos. Quiso ser cantante, pero el camino de policía se le presentó con un horizonte más amplio y se decidió por el uniforme de agente de caminos, en el que se metió en los años 80 del siglo pasado, y luego de un tiempo se fue a Hidalgo a encabezar la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en Pachuca, y con el hoy secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, escaló hasta la misma dependencia, pero ahora estatal, donde tuvo que encarar una importante alza en los índices de criminalidad de la entidad, problemática que no pudo resolver, por lo que Osorio lo impuso en otra dependencia, esta vez de transporte, de donde salió acusado de ineficaz, cuando menos.
Esta vez el nombramiento sí causó efectos. Frente a la posibilidad de tener que arreglar cuestiones de desarrollo social con un policía, un grupo de delegados simplemente dijo: No. La tarea de realizar los enlaces se la dejaron al secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, que se ha sabido fajar con los problemas más difíciles y salir triunfante, pero esta vez la cosa parece más seria.
En el mismo sentido se pronunciaron otros dos delegados, y seguramente algo se miró en un acto de esa naturaleza porque los planes se vinieron abajo. El asunto es serio, decíamos, dado que Sixto Hoyos, un policía de carrera tiene como principal encomineda la de acceder al padrón de beneficiarios de la politica social del DF.
Y lo más grave del asunto es que desde el gobierno de la ciudad nadie, fuera de los delegados que no quieren tratar con él, se ha atrevido a levantar la voz para decir ¡basta! Cuando ese padrón ha sido casi un secreto incluso para muchos funcionarios del mismo Gobierno del DF.
Hay algo más que preocupación. Por más que Hoyos asegure que no se guiará por ningún color partidista, tendríamos que recordar necesariamente a este hombre que fue un importante peón en la campaña de Peña Nieto, que primero es policía, y después... priísta. ¿Usted puede creerle?
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