¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Los grupos de autodefensa
María Teresa Jardí
Quizá
alguna vez los ejércitos fueron más que máquinas de matar; primero para
hacerse de territorios y después como el resguardo de los estados
nación del internacionalismo que une, o tendría que unir, a todos los
hombres como hermanos, sin importan ni el dinero que cada uno tenga ni
el color de la piel ni dónde elija vivir o de dónde venga...
Y ahí está Hugo Chávez como ejemplo de un militar —incluso golpista en
el pasado— que supo ganarse la admiración y el respeto mayoritario del
pueblo venezolano.
Lamentable es que su enfermedad no le haya brindado el tiempo el tiempo
suficiente de llamar a elecciones adelantadas en las que sin duda los
ciudadanos venezolanos de manera mayoritaria habrían elegido a Maduro
como su sucesor. A quien es probable que, muerto Chávez, las mismas
mafias que se han adueñado del Poder, en México manejando la cosa
pública como caja chica del particular negocio de los de turno, no
dejarán llegar.
Es una pena que Chávez no haya entendido que nadie tenemos la vida
comprada y que aunque le quedaran meses de vida, de manera rauda
tendrían que haber mandado organizar la nueva elección en Venezuela
antes de su muerte.
Chávez era la esperanza para América Latina. Muerto Chávez, si se hace
del poder un esbirro de los yanquis, que se prepare el Cono Sur para
vivir lo que en México, como condena inapelable, vivimos los mexicanos
como laboratorio de la limpia de personas pobres de los yanquis.
Mientras unos cuantos de manera sexenal se van convirtiendo en los más
ricos del mundo.
Quizá en algunos casos, antes de la globalización impuesta por los
criminales grandes capitales, los ejércitos nacionales fueron defensores
de la soberanía.
Pero es diáfano que nunca han sido más que máquinas asesinas, e
irrecuperables para la sociedad por lo que toca a sus integrantes, los
grupos paramilitares que se crean las más de las veces por los ejércitos
constitucionales. Lo que sabe bien el general Oscar Naranjo. General
acusado de atroces actos criminales cometidos en Colombia. General hoy
convertido aquí en el “súper” asesor de Peña Nieto.
Los grupos de autodefensa fueron grupos de ultraderecha creados en Colombia para asesinar a los grupos guerrilleros.
Siempre será mejor, dado el hartazgo, por lo que a la seguridad perdida,
que no encuentra tampoco el priísmo que hoy desgobierna, llamarse
policías comunitarias que grupos de autodefensa. Nombre que da pie —si
es que no son eso— a que se confundan con los criminales grupos
colombianos creados para asesinar a los pobres.
“Defensores” a modo de derechos humanos, que lo mismo responden a lo que
les demandan desgobiernos emanados del PAN, que del PRI, como lo
habrían sido si respetando el voto a nivel federal desgobernara el PRD.
Los a modo, como María Elena Morera, aunque de tanto en tanto para no
perderlo todo, se sume a las propuestas siempre sensatas y atinadas de
Javier Sicilia; y los a modo, de lo más inmoral del periodismo mexicano,
sumados a la telebasura, llaman ya a combatir “con la fuerza del
Estado” a los grupos de autodefensa, surgidos, aquí, como todo parece
indicar —aunque no deja de alarmar el nombre elegido, por lo que de no
ser creación del poder, también podrían estar infiltrados—, que son
grupos que lo que intentan es suplir el vacío del Estado por lo que toca
a la seguridad.
Seguridad enterrada con los muchos desaparecidos, intentando desvirtuar
el hecho al llamarlos “levantados” y con las muchas desapariciones
forzadas. Hechos atroces e imputables de manera particular a los grupos
paramilitares. Y en el caso mexicano no olvidemos que hasta un ejército
de ese corte se le permitió crear a García Luna. Ejército paramilitar
que es la base de la Gendarmería, que Mondragón, involucrado por partida
doble en el ataque a los estudiantes el 1 de diciembre, hoy encabeza.
Los grupos denominados de autodefensa en México, todo parece indicar,
por ahora, que son grupos que ante el hartazgo que el desgobierno
provoca han decidido defenderse de la criminalidad que no cesa.
Pero igual encuentro en la red una declaración justamente de la señora
Morera, alarmante porque es un llamado a generalizar la represión en
marcha tomando como pretexto y justificación de la misma el nombre
elegido probablemente por ignorancia de lo que para los colombianos
significa.
“... Morera ha dicho que en Colombia este fenómeno —la aparición de los
grupos de ultraderecha, llamados a sí mismos de autodefensa, señalo a
manera de aclarar lo que Morera denuncia— provocó miles de muertos, bañó
de sangre a ese país y terminó creando más problemas que los que iba a
resolver. En México, dijo, hace dos semanas, las autodefensas comenzaron
en Guerrero y se convirtieron en guerrillas, y hoy nuevamente son
factor de inquietud. Las autodefensas han aparecido en Guerrero, en los
municipios de Ayutla de los Libres, Tecoanapa, Florencio Villarreal,
Copala, San Marcos, Cuautepec, Coyuca de Benítez y en Marquelia. Esta
actividad es considerada de alto riesgo, poco clara y, sobre todo,
orquestada con fines distintos a los de la seguridad ciudadana...”.
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