¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso
Represión, cooptación, alianzas oscuras y venta de garage, sello del nuevo gobierno
MÉXICO, D.F. (apro).- Al minuto de haberse dado a conocer los
integrantes del gabinete presidencial de Enrique Peña Nieto, las burlas
arrancaron en las redes sociales, especialmente en Twitter. Los tuiteros
preguntaron con ironía cuántos años de cárcel había en la tarima de
presentación o cuántos especímenes del paleolítico habían resurgido.
Pero más allá de la burla y el sarcasmo, lo cierto es que el nuevo
gabinete encierra represión, cooptación, venta de garaje y alianzas poco
claras.
La gran sorpresa fue el exgobernador de Coahuila,
Enrique Martínez y Martínez, quien luego de un tranquilo paso por la
gubernatura empezó a tener reuniones con empresarios de cuestionable
enriquecimiento. Martínez y Martínez formó parte del círculo de
exgobernadores que en una exclusiva residencia de Missión, Texas, dio
todo su apoyo a Enrique Peña Nieto para que –por encima de Manlio Fabio
Beltrones Rivera–, fuera el candidato presidencial del PRI.
No se
puede prejuzgar a nadie por sus simpatías políticas. Ese no es el punto
con Martínez y Martínez, sino su gran amistad que entabló –como lo hizo
en su momento el también exgobernador de Tamaulipas, Eugenio
Hernández–, con el empresario originario del convulsionado Valle
Hermoso, Tamaulipas, Carlos Castillo Cervantes, alías “El Dragón”.
De este personaje se han dicho varias cosas, la principal es que tiene
un gran poder corruptor y lo mismo ha engatusado a perredistas que a
priistas para que, mediante dudosos acuerdos, le dejen repavimentar todo
el estado. También se dice de él que ha embaucado a empresarios
estadunidenses en negocios no muy derechos que digamos. Incluso, que ha
vendido más de una casa a exgobernadores priistas para que luego las
revendan o vivan en ellas.
Entre el círculo de gobernadores que
le son afectos y fieles seguidores está justamente Enrique Martínez y
Martínez, el nuevo secretario de Agricultura.
Ahora, quienes
conocen a “El Dragón” se preguntan si con la llegada de sus amigos al
poder, Peña Nieto y el exgobernador de Coahuila, el empresario se
adueñará de todo Tamaulipas.
Para la venta de garaje
está un joven: Emilio Lozoya Austin, quien es ahora el nuevo director de
Pemex. Y con la reforma energética que se avecina, en la cual la
iniciativa privada tendrá manga ancha para comprar e invertir en
petróleo –aunque la Constitución lo prohíba–, pues el joven Lozoya
Austin podrá poner en práctica lo que aprendió de la empresa española
OHL, de la cual hasta el 12 de septiembre de 2012 fue secretario del
Consejo de Administración.
La poderosa empresa española es la que
llevó a cabo las grandes obras realizadas en el gobierno de Peña Nieto
en el Estado de México y se le acusó de sobrevalorar el precio de las
mismas para, de ahí, obtener millonarios recursos y hacer,
presuntamente, “el cochinito” para la campaña presidencial del
mexiquense.
OHL está en todo el Estado de México; ahora, con su
exsecretario del Consejo de Administración no dudemos que estará en todo
México, principalmente como inversionista en el devaluado Pemex, que
cada día le aparecen nuevos yacimientos de petróleo qué administrar.
Uno más para la venta de garaje
será Gerardo Ruíz Esparza, a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes. Este personaje está ligado política y empresarialmente al
grupo Atlacomulco. Es socio desde hace muchos años de uno de los tíos de
Peña Nieto: el exgobernador mexiquense, Alfredo del Mazo.
Proceso publicó que Ruíz Esparza fue uno de los operadores para
entregarle a OHL las grandes obras del gobierno mexiquense y donde,
además de beneficiarla con multimillonarios recursos y entregarle por
más de 30 años el manejo de algunas obras, como ciertos hospitales, lo
hizo su aliado, presuntamente para hacer “el cochinito electoral”.
Veremos ahora a cuáles empresas le concesiona el gobierno a Ruíz Esparza.
En la captación, tenemos nada más y nada menos que a Rosario Robles.
Ella está en Sedesol, conoce a viejos líderes que por años hicieron
trabajo de base en las zonas más pobres del país, no nos sorprendamos
ver en los próximos días a exizquierdistas trabajando a su lado y
elaborando la estrategia para llegar a las zonas más pobres; pero
también y de pasadita, trabajo político a favor de su nuevo partido, el
PRI. O ya de plano, rompiendo esquemas de ayuda comunal para
debilitarlos. Como sucedió con Carlos Salinas de Gortari y Pronasol.
Y finalmente tenemos a la mano dura. A los hombres del régimen que
todos temerán: Miguel Ángel Osorio Chong en Gobernación, a cargo de la
policía federal, la gendarmería y el Cisen.
El otro personaje es
Jesús Murillo Karam, un hombre que mantiene contactos con el sector
castrense pero que hoy estará en la Procuraduría General de la
Republica. A este hidalguense se le recuerda no por haber hecho un buen
gobierno en su estado, sino más bien por dejar pasar enfrentamientos
comunales, linchamientos de gente inocente y por no poder contener nunca
a la turba. Ahora, con cientos de agentes a su mando, seguramente la
palabra represión, la escuchará cotidianamente, así como la de violación
a los derechos humanos.
Este será el gobierno de Peña Nieto: de cooptación, represión y venta de garaje.
Si alguien pensó que la pesadilla había terminado, se equivocó; la
pesadilla, más bien regresa. El PRI está de nuevo en Los Pinos con lo
más antidemocrático y autoritario que tiene: su origen mismo.
Posdata.
El 29 de enero de 2012, Proceso ubicó al general Salvador Cienfuegos
Zepeda entre los primeros nombres para ocupar Sedena, en caso de que
Peña Nieto lograra llegar a la Presidencia. Este viernes se confirmó.
Peña Nieto colocó a su gran amigo en la Sedena.
La amistad entre
ambos se dio por medio de Jaime Camil, un exproveedor de la Sedena en
la época en que el titular era Juan José Arévalo Gardoqui. El empresario
tenía casa en Acapulco, donde conoció a Cienfuegos Zapata cuando este
ocupó la comandancia de la IX Regional Militar de Guerrero.
El
lazo entre el político Peña Nieto y el general se fortaleció cuando él
primero llegó a la gubernatura del Estado de México y Cienfuegos como
comandante de la I Regional Militar del Distrito Federal que abarca la
entidad mexiquense.
El gobernador se mostró generoso con el
Ejército y el 29 de abril de 2009 firmó dos convenios con la Sedena
mediante los cuales le entregó en permuta dos grandes predios para la
construcción de instalaciones militares. Pero el camino hacia la Sedena
se le pavimentó a Cienfuegos cuando el pasado 16 de enero fue nombrado
Oficial Mayor de la Sedena. A partir de ahí su paso hacia la Secretaría
de la Defensa se ensanchó más y más. Hoy es el nuevo titular y cabeza de
los militares.
Comentarios mjcervantse@proceso.com.mx
Twitter @jesusaproceso
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