Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
martes, 25 de diciembre de 2012
Antología del Chascarrillo
Por Esto!
Los patones de la Patagonia
Elíseo Martín Burgos
El navegante Antonio Pigafetta, uno de los pocos sobrevivientes de la circunnavegación de la Tierra realizada por Don Fernando de Magallanes y Sevastián Elcano, en el siglo XVI, relata en una crónica de viaje que los habitantes de la Patagonia eran gigantes, con unos pies tan grandes que cuando estaban echados los pies les daban sombra, argumento que sirvió para bautizar a esta tierra con el nombre de Patagonia.
Sin embargo, tres siglos después el naturalista Charles Darwin y toda la tripulación del Beagle descubrieron que aquello sólo era una fenomenal mentira. La talla de los naturales era absolutamente normal. La única particularidad de aquellos hombres era que calzaban unos zapatos enormes, similares a los mocasines.
Antología del Chascarrillo
Segunda Época
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