Los tweets de Videgaray y el lavado de dinero
Jenaro VillamilEl coordinador general de la campaña de Enrique Peña Nieto es un hábil twittero. Desde su paso como presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados (2009-2011), Luis Videgaray demostró que lo mismo puede discutir políticas económicas que mandar felicitaciones o desmentir cualquier acusación contra su jefe y amigo.
Ahora, en pleno conflicto poselectoral y
ante una nueva acusación de su homólogo Ricardo Monreal, quien lo acusó
de estar involucrado en una nueva red de lavado de dinero, ahora a
través de Scotiabank, Videgaray de inmediato reaccionó, pero no ante las
instancias jurídicas del PRI sino ante el ciberespacio y la
tuiterósfera.
Envió desde su cuenta @LVidegaray dos desmentidos:
“Absolutamente falso lo que acaba de
declarar Monreal. Lamentable que recurran a la mentira burda para
subirle el volumen a su cantaleta”.
“Monreal no presentará pruebas sobre su
más reciente disparate porque es una mentira burda. Trata de hacer ruido
sin sustento y nada más”.
En 140 caracteres es muy difícil explicar, pero muy fácil desmentir o descalificar.
Lo cierto es que las pistas de presunto
lavado de dinero a través de una compleja red de triangulación de fondos
ha agarrado con los dedos en la puerta al todopoderoso “cerebro” del
equipo peñista.
Videgaray primero negó rotundamente en
la mesa de debate de Radio Fórmula, coordinada por Joaquín López Dóriga,
y después con Carmen Aristegui, en MVS Radio, que se hubiera utilizado a
Banca Monex para destinar fondos a la campaña de Peña Nieto.
Su colega, el ex gobernador hidalguense
Jesús Murillo Karam lo desmintió o lo exhibió sin que se inmutara
Videgaray. Murillo tuvo que aceptar hace diez días que, por lo menos, 66
millones de pesos sí se utilizaron a través de las cuentas de Monex
para pagar a la “estructura de partido” a través de la empresa Alkino.
Ahora, Videgaray debe enfrentar una
nueva pista. Según Monreal, a través de la cuenta de Scotiabank se
transfirió la friolera de 8 mil 681 millones de pesos.
Monreal explicó que se hicieron
depósitos a una cuenta de Bancomer que después se transfirieron a la
cuenta 038008006935 de Scotiabank, a nombre de Luis Videgaray Caso.
Lo más extraño de esta triangulación,
advirtió el zacatecano, es que este número de cuenta es el mismo que
“pertenece al gobierno del Estado de México”.
No se sabe si los 8 mil millones de
pesos fueron a dar a la campaña de Peña Nieto o parte de estos recursos
públicos se triangularon o se destinaron a través de Videgaray.
La respuesta inmediata del también ex secretario de Finanzas del gobierno peñista (2005-2009) no aplacó el escándalo.
Para mala coincidencia, el ex gobernador
priista Mario Villanueva, otrora hombre fuerte y temido en Quintana
Roo, preso desde hace más de seis años por vínculos con el narcotráfico,
aceptó en un tribunal de Estados Unidos que sí “lavó dinero” del crimen
organizado.
¿Será el único priista que admitirá en
esta larga trama de sospechas e indicios sin investigar por las
autoridades que la multimillonaria lavandería mexicana involucra a
autoridades y a campañas políticas?
Por lo pronto, a golpe de tweets se deliberan asuntos que merecerían, al menos, una posición de las autoridades financieras. ¿O seguirán calladas?
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