Devaluación
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Realidad desmiente a Hacienda
Borge suma respaldos en
Q. Roo
Ricalde
: buen papel en Cancún
Altibajos del primer aniversario
“Aconsejar economía a los pobres es, a la vez, grotesco e insultante. Es como aconsejar que coma menos al que se está muriendo de hambre”.- Oscar Wilde
La cruda realidad económica y la visión tecnocrática de la
administración de Felipe Calderón se confrontaron este martes. En los
mercados financieros, el miedo prevaleció y provocó una huida de
capitales hacia activos de menor riesgo, por lo que el peso mexicano fue
arrastrado a su peor comportamiento frente al dólar desde el 23 de
noviembre del año pasado. Según el precio final del Banco de México, el
tipo de cambio spot cerró en 13.1510/13.1580 pesos por dólar. En un día,
el peso retrocedió 20.34 centavos, equivalente a 1.57 por ciento, e
hiló su segunda caída, acumulando una depreciación de 2.71 por ciento,
golpeado tanto por los decepcionantes datos de empleo en Estados Unidos
como por las renovadas preocupaciones por la situación de la deuda en
países como España e Italia.
El Fondo Monetario Internacional (FMIM) advirtió que las crisis
ocurridas tras la explosión de burbujas inmobiliarias y con un alto
nivel de endeudamiento interno, como la actual, son “más dolorosas y
pueden prolongarse hasta cinco años”. Durante la presentación de los
capítulos analíticos de su nuevo informe sobre “Perspectivas Económicas
Mundiales”, el FMI citó, como ejemplos que atraviesan por esta situación
a Islandia, Irlanda, España, Reino Unido y Estados Unidos. La
consecuencia directa, según el estudio, son niveles de desempleo y caída
de la demanda interna “más pronunciados” que en otras crisis
estudiadas. El organismo financiero internacional publicará la próxima
semana sus previsiones de crecimiento de la economía mundial cuando
lleve a cabo, entre el 20 y 22 de abril, su reunión de primavera, con el
Banco Mundial, en la que se analizará el comportamiento de la economía
mundial.
En México, en tanto, la administración de Felipe Calderón pretende
ocultar del tiradero económico que deja tras su deficiente desempeño
considerado ya como el peor desde la época de Miguel de la Madrid, toda
vez que el crecimiento promedio del país en esta gestión se ubica en
alrededor de 1.45 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que
explica, en gran parte, con la injusta distribución de la riqueza en los
últimos años y la profunda corrupción que impera en el sector oficial,
el crecimiento de la pobreza, la miseria y la marginación en
prácticamente todo el territorio nacional.
Para ese efecto, la Secretaría de Hacienda adelantó al Congreso de la
Unión los Criterios Generales de Política Económica para diseñar el
Presupuesto del año 2013. De acuerdo con ese documento, el próximo
presidente, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador o Josefina
Vázquez Mota, podrá ejercer un presupuesto que podría llegar a los 3.8
billones de pesos, es decir, un incremento real de 123 mil 614 millones
de pesos más para el año próximo, aunque habrá un mayor gasto neto total
por 53 mil 615 millones de pesos. La dependencia prevé que la economía
de México tendrá un crecimiento anual de 3.8 por ciento durante 2013, y
la inflación se estima en un 3 por ciento. Dicen que el tipo de cambio
se mantendrá en 12.8 pesos por dólar; que el precio del barril de
petróleo se situará en 87.2 dólares, y que el déficit público se ubicará
en 2.0 por ciento del PIB. En serio, eso es lo que dicen.
Frente a esos datos, la primera pregunta que viene a nuestra mente es
¿de dónde sacarán ese dinero, 3.8 billones de pesos? Y la respuesta es
simple: un aumento a los impuestos, con otra miscelánea fiscal y un
mayor endeudamiento del que ya deja Felipe Calderón y que es
escandaloso, y una vez más la esperanza en obtener mayores ingresos
petroleros, es decir seguirá la petrolización de la economía mexicana,
gracias, hay que decirlo, a que no han logrado privatizar totalmente a
la paraestatal.
Sin duda alguna que estos datos estimados o esperados por los
calderonistas pretenden enviar un mensaje a la élite económica y
política del país, en el sentido de que habrá continuidad en el terreno
económico y que no tienen nada de que preocuparse. Que se preocupen los
millones de nuevos pobres, los pobres de siempre, los marginados, los
menesterosos, los potentados no. No hay razón.
Según la dependencia a cargo de José Antonio Meade Kuribeña, quien
sustituyó al aspirante presidencial de Calderón, Ernesto Cordero, “la
nueva administración recibirá del Gobierno saliente una perspectiva de
mayor crecimiento económico, lo que aumenta la recaudación y estabilidad
en los ingresos petroleros”. Es decir, que al iniciar el próximo
sexenio se proponen más impuestos, mayor terrorismo fiscal, y mayor
petrolización de la economía, o más de lo mismo, pero corregido y
aumentado.
Dicen que “las condiciones económicas del país serán mejores” y señalan
que “la expansión adicional de la economía nacional, así como un entorno
favorable en materia de precios internacionales de los hidrocarburos,
permiten anticipar que los ingresos públicos durante 2013 serán mayores a
los observados en 2012”. Pero, ojo, advierten que “aún existen riesgos
significativos que, de materializarse, podrían llevar a que los ingresos
fuesen menores a los estimados en el presente documento”.
En el Documento Relativo al Cumplimiento de Disposiciones Contenidas en
el Artículo, 42, fracción 1, de la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria, abundan las “buena noticias”: que la
evolución de la economía mexicana y las perspectivas externas,
particularmente de la actividad económica de Estados Unidos, llevan a
proyectar un crecimiento del PIB de alrededor del 3.5 por ciento al
cierre de 2012 –lo cual de alcanzarse, sería menor al crecimiento del
2011-; reportan que el precio del gas natural se ubicará en 3 dólares en
lugar de 4.6 dólares por Mmbtu (Millones de unidades térmicas
británicas); y con dichas modificaciones, Hacienda estima que los
ingresos presupuestarios serán superiores en 29.9 mil millones de pesos
más a los previstos en el Presupuesto de 2012. Es decir, todo está a
pedir de boca, al menos en el papel que aguanta todo.
Pero en el terreno económico duro, el real de día a día, el hecho
irrefutable es que la ola de choque que proviene del exterior no pudo
ser contrarrestada, en lo interno, por el alza en las tasas de interés y
por la noticia de que la reservas internacionales alcanzaron un nuevo
máximo histórico en 150 mil 811 millones de dólares.
Los analistas económicos destacaron, este martes, “el rompimiento al
alza de un canal lateral que el tipo de cambio venía respetando desde
principios de febrero y cuya parte alta se ubicaba en 13.06 unidades en
el mercado de mayoreo”. Ahora, la resistencia más próxima se ubica en
13.22 unidades. Agregan que “en caso de confirmarse el rompimiento al
alza del canal lateral, también podría implicar el fin de apreciación
del peso iniciado desde el pasado 25 de noviembre del 2011, cuando el
dólar spot se encontraba en 14.32 unidades”.
Así, una vez más, la realidad desmiente a la tecnocracia azul.
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