¡¡Exijamos lo Imposible!!
Obama al banquillo Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Drogas, migra, Cuba, grandes pendientes
Notables debilidades de EU en la Cumbre
Calderón presume logros inexistentes
Se opone AMLO a reformas estructurales
Riviera Maya , anfitrión de 500 empresarios
“La más peligrosa de todas las debilidades es el temor de parecer débil”: Jacques Benigne Bossouet.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, participará este sábado y domingo en Cartagena, Colombia, en una incómoda VI Cumbre de las Américas, el único mecanismo internacional que existe y convoca cada tres años a los 33 jefes de Estado y de Gobierno del continente, y en la que de manera forzada se analizará la propuesta de despenalización de las drogas, propuesta por Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, y respaldada por Otto Pérez Molina, mandatario de Guatemala, y Evo Morales, de Bolivia, así como la integración de Cuba —bloqueada desde hace 30 años por los estadounidenses- en estos encuentros, impulsada por los países de la Alternativa Bolivariana de Los Pueblos de Nuestra América (ALBA), con el presidente venezolano Hugo Chávez al frente.
Obama arribó este viernes al aeropuerto Internacional Rafael Núñez de Cartagena, a las 16:45 horas locales, en medio de un férreo dispositivo de seguridad implementado por más de 23 mil efectivos. Su llegada estuvo antecedida por disturbios de estudiantes de varias universidades de Bogotá, que protestaban por la visita del mandatario estadounidense a Colombia, quien permanecerá hasta el domingo durante la realización del foro continental. Las medidas de seguridad fueron extremadas y reforzadas en hoteles y en los lugares de los desplazamientos y sitios donde estarán los mandatarios.
Un gran avance es el hecho de que algunos mandatarios latinoamericanos trabajen para incluir el tema de la legalización de las drogas en el esquema de lucha internacional contra el narcotráfico, pero la férrea oposición del gobierno de Barack Obama no permitirá que se llegue a un acuerdo. A lo más que están dispuestos los estadounidenses es a discutir esa propuesta pero para defender su oposición a la legalización, tema que tendrá que ser retomado con más seriedad en la cumbre que se realizará dentro de tres años.
Obama tiene en contra los adversos resultados del fracaso del esquema de la lucha antidrogas impuesta por Washington desde hace cuatro décadas y que ha sumido en profundas crisis de inseguridad a países como México, Colombia, Guatemala y otros.
En nuestro país sólo baste recordar que se han gastado miles de millones de dólares en esta absurda guerra —tan sólo en 2011 se gastaron 106 mil millones de pesos- y los resultados son lamentables, entre los que destacan el asesinato de más de 61 mil mexicanos, la desaparición de al menos otros 10 mil, la desviación de importantes recursos presupuestales a esta lucha que debieron ser utilizados para impulsar el desarrollo económico del país -que en este sexenio ha registrado el más bajo crecimiento del PIB de las últimas tres décadas-, la creación de infraestructura y el combate a la pobreza en que se sumió a la población en los últimos cinco años y cuatro meses, los mismos que Felipe Calderón lleva impuesto en la residencia oficial de Los Pinos.
De la Cumbre de las Américas de Cartagena no saldrá la solución al flagelo del narcotráfico porque simple y sencillamente no le conviene al gobierno y a la industria armamentista estadounidense.
Las ganancias que deja al sistema financiero de la primera potencia del mundo el tráfico ilegal de estupefacientes se ha convertido en un verdadero pilar económico de ese país, que tiene en su territorio a millones de consumidores de drogas y que no se pueden quedar sin un abasto seguro, permanente y a bajos costos, de lo contrario le generarían un problema social de grandes dimensiones para el que no están preparados en la administración de Obama, ni decididos a enfrentarlo.
Además, afectarían el gran negocio de la guerra y la muerte, pues le quitarían el gran pretexto del combate internacional de las drogas para continuar con su esquema de guerras regionales que mantiene activa su beligerante industria militar beneficiada con jugosos contratos con el gobierno de Estados Unidos, y le permiten seguir ejerciendo un predominio que cada día se les complica más, pero que no están dispuestos a ceder.
Tampoco, por desgracia, la integración del gobierno comunista de Cuba a la Cumbre de las Américas será aceptada, aunque todo parece indicar que los países latinoamericanos la incluirán para la próxima cita, a pesar de la negativa de la administración estadounidense.
Incluso Brasil y Argentina han presionado en las últimas semanas para que Cuba deje de ser excluida de esta Cumbre, la cual todo parece indicar será la última a la que no acuda el presidente cubano Raúl Castro.
Barack Obama llega a Cartagena como uno de los mandatarios estadounidenses más débiles de los últimos años. Muy reciente está aún el estallido de la crisis del 2007 que aún mantiene a Estados Unidos convaleciente, así como el derivado tsunami económico que acabó por arrastrar a muchos países de Europa. La debilidad económica de EU se evidencia en la propuesta de presupuesto de Obama para el año siguiente, de sólo mil 750 millones de dólares para toda la región, que es la más baja que se registra desde el año 2007, y que representa un reducción del 12 por ciento, respecto a los recursos que previsiblemente se aplicarán a lo largo de este año.
En el plano internacional Obama ha estado muy ocupado por las dos guerras que heredó de Bush en Irak y Afganistán, así como por los conflictos en Libia y Siria, por lo que ha dejado a funcionarios secundarios la atención de los asuntos internacionales en América Latina y el Caribe.
A pesar de que la visita a Cartagena, Colombia, será la quinta que realice Obama a América Latina, tras sus incursiones en Trinidad y Tobago, México, Chile y Brasil, la atención de los asuntos de la región han estado bajo la batuta de Hillary Clinton, la secretaria de Estado, y del vicepresidente Joe Biden, entre otras figuras de su administración.
Entre los mandatarios latinoamericanos están muy presentes las promesas incumplidas del candidato presidencial demócrata Barack Obama tras acceder por la puerta grande a la Casa Blanca. No existe ningún avance concreto en la reforma migratoria que prometió durante su campaña presidencial; su posición y política frente al gobierno comunista no cambio ni un ápice respecto a la de sus antecesores y mantiene inamovible el bloqueo comercial y político a la isla que gobiernan los hermanos Castro, Raúl y Fidel.
Y la guerra internacional contra las drogas se ha ido escalando con adversas consecuencias para los países en los que se mantiene “ayuda” financiera y asesoría militar contra los capos de las drogas como México, Colombia y Guatemala, con la consecuente irritación de sus poblaciones.
Lo que inevitablemente será puesto en evidencia en esta Cumbre de las Américas en Cartagena es el distanciamiento de los países de la región a la orbita de influencia de Estados Unidos -con la vergonzosa excepción de México-, que se ha visto materializada con la constitución de organismos internacionales propios como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en la que destaca Brasil como líder regional y sexta economía del mundo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), así como la Alternativa Bolivariana de Los Pueblos de Nuestra América (ALBA), con Venezuela y Hugo Chávez al frente.
En el ánimo de los mandatarios latinoamericanos pesa el hecho de que no son tratados como iguales por el gobierno de Barack Obama cuando los temas que más les preocupan, como la inmigración, el tráfico de armas, el lavado de dinero, el tráfico de estupefacientes, la trata de blancas, y la política hacia Cuba, son vistos sólo con la óptica y bajo los intereses de los Estados Unidos, que se niega a ponerlos en la mesa internacional de negociaciones.
Eso ha impulsado a los países latinoamericanos a empujar para forzar a su poderoso vecino del norte a discutir esos temas de los que Obama no quiere hablar, mucho menos en un año electoral como este 2012.
El empuje de los mandatarios latinoamericano deberá de mantenerse en los próximos meses para que los Estados Unidos ya no operen como un procónsul, que va imponiendo sus designios, sino que se transforme tan sólo en un socio, importante sin duda alguna, que se vea obligado a trabajar en los temas de interés mutuo en diversos planos, como el energético, el de seguridad, el de comercio, el medio ambiente, la educación, la atención a la pobreza y la prevención de desastres, en donde deben surgir, a partir de Cartagena, directrices claras.
Presume Calderón
Después de que Felipe Calderón se salvó de recibir desaires en Cuba —no se le aplicó el “comes y te vas” de Vicente Fox a Fidel Castro-, en Cartagena, Colombia, se dedicó a presumir logros inexistentes de su administración durante la apertura de los trabajos de la Cumbre Empresarial de las Américas a la que asisten 700 emprendedores, 500 extranjeros y 200 colombianos, representantes de 622 compañías.
Sin ningún rubor ni vergüenza, el inquilino de Los Pinos dijo que su gestión “duplicó” todos los kilómetros de carreteras construidos en los doce años anteriores; afirmó que construyó 105 universidades públicas “totalmente nuevas”; aseguró que se gradúan al año más de 120 mil ingenieros, es decir, según él, más que en Brasil, Alemania y el Reino Unido, datos totalmente increíbles.
El michoacano afirmó que en México ha estado trabajando por la libertad, el orden, la justicia y la democracia. Ni por equivocación mencionó los graves rezagos estructurales que se resienten en el país, el brutal endeudamiento y el despilfarro en que ha caído su administración, ni los problemas de inseguridad potenciados por su estúpida “guerra al narco”, o el peligroso retroceso que en materia de gobernabilidad provocó su administración a México, particularmente en el rubro de estabilidad política y ausencia de violencia, ni mucho menos el deterioro que ha resentido el país en su Estado de derecho, por la desconfianza de la población en las instituciones judiciales y la calidad de ejecución de sus acciones.
sigue leyendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario