Josefina Diferente (?)
Abril 2012
¡Josefina
diferente! lema de Vázquez Mota en su campaña política en pos de la
presidencia de la República Mexicana: ¿Diferente de quién? ¿De ella
misma? ¡Ni eso!
Josefina
Vázquez Mota, para bien, no ha evolucionado. Sigue siendo la dama
embustera, taimada y ladina que al ver la más numerosa manifestación que
registra la historia de eventos políticos en el zócalo de la ciudad de
México, donde se congregó una manifestación de las fuerzas de izquierda
que sobrepasó el millón de integrantes, entrevistada en el “canal de la
estrellas” dijo (en aquel tiempo) que no llegaban ni a ochenta mil.
Ahora habla de tres millones de chozas en las que se regó mezcla en el
piso para endurecer la tierra, mientras su jefe Calderón, más modesto o
menos mentiroso, se refirió a los “dichosos pisos” pero en número mucho
menor de tres millones. ¡Qué clase de trabajo de desarrollo social! Si
contamos cinco personas por vivienda con piso de tierra, imagínese a
quince millones viviendo en esos jacales, pero eso sí, con su piso de
mezcla. Ahora tendrán que trapear los líquidos que el piso de tierra
filtraba.
De
seguro habrá otros diez millones de esas barracas esperando a Josefina
con su mezcla y su “cuchara” (multiplicados por cinco, nos da otros
cincuenta millones de miserables con piso de tierra).
¿Ese
“gran mérito” de regar mezcla en pisos de tierra le parece a usted
beneficio para la miseria? ¿Había oído alguna vez presumir de algo tan
mezquino? Esa mezcla debió servir para techos y paredes, no para pisos
de tierra que es lo último que se tiende en la construcción de una
vivienda. Ellos requieren techo, no piso. Esa fue su brillante tarea en
seis años de secretaria de desarrollo social, regar mezcla en vez de
construir casas dignas. Con todo respeto señora Vázquez Mota, ¡Qué
porquería de trabajo! ¡Y todavía mentir cuadruplicando el número de
“beneficiados” para presumir durante su campaña política!
Taimada,
soportó durante más de dos años que estuvo (virtualmente) a cargo de la
SEP, el pie de la delincuente Gordillo sobre su cuello, en lugar de
enfrentarla y hacerse respetar. Ahora dice que gracias a que estuvo en
Educación Pública, ocho millones de niños, (¿De dónde los habrá sacado?)
“ahora sí van a educarse bien, gracias a que (ella) evaluó y seleccionó
a sus mentores” Eso dice en su propaganda televisiva y radiofónica a
pesar de que todos sabemos que Elba Ester no la dejó ni repasar con
ellos (los maestros) “las tablas”.
“Ladina”
y “burlona”, ha creado escuela con estos nada edificantes atributos, al
grado de criticar en su tesis profesional a la máxima casa de estudios,
UNAM, expresando lo siguiente: "la función de la UNAM era educar, pero
poco a poco fue convirtiéndose en una institución política; en un
monstruo que albergó a medio millón de estudiantes que lamentablemente
no tienen ningún interés en su preparación profesional"
Casi
“veinte años después” las “huestes” de jóvenes de Vázquez Mota (que de
seguro no llegarán nunca a ser hombres y mujeres, ya no digamos de bien)
se dieron a la tarea de colocarle a la estatua ecuestre del
generalísimo José Ma. Morelos y Pavón en la capital michoacana una manta
a modo de falda (por aquello de la falda “con muchos pantalones” de que
habla Chepina) en la que estamparon la frase “Josefina diferente”. De
más está mencionar que la azul aspirante pretende hacernos creer que
sería “diferente” en la forma de gobernar de los bárbaros que hemos
tenido que soportar los dos últimos sexenios.
Josefina
miente por adicción. Su ídolo es Felipe Calderón y no se lo puede
quitar de la cabeza las 24 horas del día. Si deveras fuera “Josefina
diferente” yo votaría con gusto por ella, pero, la verdad “no da una” y
cuando esté políticamente madura, de seguro estará escasa de facultades
físicas. Estrenó su campaña en el estadio azul que casi se vació cuando
hizo acto de presencia. Estuvieron dos horas esperando a Josefa y
devengaron con creces el “lunch” y las cachuchas. Se desperdició el
dinero gastado en los acarreados y se echó a perder la campaña (en su
inicio).
Vázquez
Mota fue reina entre los concursantes de su partido a la candidatura
por la presidencia, porque “en tierra de ciegos el tuerto es rey o
reina” y cualquier ciudadano con un mínimo de sensatez sabe muy bien que
Josefina nunca llegará a presidenta y menos con la ayuda de sus jóvenes
¿prosélitos? o ¿proselitistas? que se divierten poniendo faldas a las
estatuas de los héroes de la Patria. Con tal infame proceder de esos
imbéciles seguidores, triunfan el desprestigio y la deshonra, no la
preferencia electoral, lo que es una lástima ya que una mujer gobernando
el país no sería una mala idea.
Cuando
menos puede consolar a Josefina el hecho de que lo haría menos mal que
la Paredes Rangel, pero mejor ni pensarlo… ¡Dios nos guarde de las dos!
Dzunum
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