Ruptura ética en el PAN
Con vista a las elecciones de julio próximo, las acusaciones de fraudes,
manipulación y compra de votos, acarreos y triquiñuelas sacuden a la
estructura panista, que no acierta a resolver de manera democrática sus
procesos internos / Incluso el presidente Felipe Calderón y su esposa
han intervenido de manera directa en el PAN, ya sea para imponer a sus
presidentes o para favorecer candidaturas de sus favoritos o amigos
MÉXICO, D.F., 17 de marzo (PROCESO/Alvaro Delgado).- Josefina Vázquez
Mota inicia la búsqueda de la Presidencia de la República no sólo con un
severo revés en su toma de protesta en el Estadio Azul, un escrutinio
que califica de “guerra sucia” y con el Partido Acción Nacional (PAN)
inmerso en conflictos internos –nuevos y acumulados– por imposiciones de
candidatos, ajustes de cuentas entre facciones y uso de diversas
prácticas fraudulentas en los procesos internos.
Al margen del desenlace de las 47 impugnaciones a las elecciones
internas recientes, que la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) debe
resolver antes del jueves 22, el PAN acumula también un récord: Es el
partido que más viola los derechos de sus militantes comparado con el
Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución
Democrática (PRD).
Las cifras de los juicios que militantes de los tres partidos han
promovido ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TEPJF), acumulados en el sexenio de Felipe Calderón, son elocuentes:
Mientras que los priistas promovieron 700, los del PRD duplicaron la
cifra con mil 591, pero los panistas sumaron 40 mil 147.
La mayor parte de los juicios de protección de derechos políticos
electorales de los militantes, el 62%, fue para defender el derecho de
afiliación, 20% por procesos de elección de candidatos, 9% actuación de
dirigencias, casi 8% de elección de dirigencias y el resto por otros
temas. La mitad de los juicios fue declarada fundada por los
magistrados.
“Es espeluznante. ¡Espeluznante!”, exclama, con asombro y preocupación,
Juan José Rodríguez Prats al ver la cifra, en cuyos detalles busca una
explicación, más allá de la conflictividad interna.
“En primer lugar, somos el partido en el poder; en segundo, hay una
cultura legalista en el PAN, y ahora las contiendas son reñidas, porque
hay posibilidades de triunfo”, explica el exdiputado, aunque también
advierte que, tras la elección que ganó Vázquez Mota, “se están cobrando
facturas”.
–¿Cómo se están cobrando?
–Dejó heridos el proceso interno. Había salido tan bien que el 5 de
febrero fue inmenso el júbilo, pero después de eso ha habido golpes y es
ahí donde debe estar la operación principal de la dirigencia del
partido.
A eso atribuye no sólo la manera cómo se otorgaron las candidaturas
plurinominales a diputados y senadores del Comité Ejecutivo Nacional
(CEN), sino las irregularidades que se cometieron en las elecciones de
senadores y diputados, el domingo 19 de febrero.
“Debemos recuperar ese sentimiento de que somos correligionarios y que
el enemigo está afuera. Eso se dice mucho en los discursos, pero tiene
que reflejarse. En todos los estados hay ganadores y perdedores. Si
vamos a una campaña presidencial tiene que haber ese esfuerzo.”
–¿Borrón y cuenta nueva?
–No, yo diría: Levantar la mira. Tener generosidad y una palabra que, en política, hemos olvidado: bondad.
Impunidad, no: Zermeño
La cifra de más de 40 mil juicios por violación a los derechos de los
militantes también sacude a Jorge Zermeño, exembajador de México en
España, quien la atribuye a los costos de la democracia que niegan otros
partidos. “El PAN es el más democrático, elige a sus dirigentes y
candidatos con procesos en los que participan quienes tienen derecho”,
se ufana.
Sólo que, en su caso, ocurrió exactamente lo contrario: Precandidato a
senador por Coahuila, Zermeño fue víctima de un fraude electoral del
grupo que encabeza el senador Guillermo Anaya –compadre de Calderón–,
quien logró hacer ganar a su amigo Luis Fernando Salazar, exdelegado en
Coahuila de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
–¿Esperaba que hubiera estas prácticas?
–No, por supuesto que yo no esperaba que en esta elección hubiera
manipulación de electores, compra de votos y acarreo, entrega de
despensas, incluso hasta amenazas a las personas para que, si no votaban
por determinado candidato, pudieran dizque perder algún programa de
gobierno.
Senador de mayoría en 2000, presidente de la Cámara de Diputados cuando
Calderón tomó posesión y exalcalde de Torreón, Zermeño exige la nulidad
de la elección.
Pese a los vicios en su elección y de las otras 47 elecciones internas
impugnadas, el panista niega que haya una ruptura de carácter ético en
el PAN, porque sigue siendo, dice, un partido sólido. “Lo que hay son
personas que se han equivocado y que están actuando al margen de la
mística, de los valores y de los estatutos del partido. Eso no lo puede
permitir el PAN, no puede cerrar los ojos y decir que aquí no pasa
nada”.
Panista desde 1968, consejero nacional vitalicio y varias veces miembro
del CEN, aclara que la dirigencia nacional debe resolver los conflictos
por elecciones viciadas y candidaturas cuestionadas, como la del alcalde
Fernando Larrazábal, para fortalecer la candidatura de Vázquez Mota.
–¿Un arreglo político es borrón y cuenta nueva?
–No, no, no. El PAN tiene que corregir lo que tenga que corregir, pero
esa es una tarea del PAN. El PAN tiene que corregirse donde se hayan
dado irregularidades, no tiene que tenerle miedo a la corrección, porque
eso va a fortalecer la participación de los miembros activos y
adherentes del PAN. Le dará credibilidad a la militancia saber que no
puede haber impunidad en quienes actúen indebidamente.
El caso de Chihuahua es ejemplar: En 2009 hubo un fraude, en el que
votaron muertos en Batopilas, donde nació Manuel Gómez Morín, y ahora se
repitieron, como en Veracruz y Coahuila. “No puedes permitir que si se
dan irregularidades graves voltearse para otro lado y decir aquí no pasó
nada, y en aras de la unidad olvídense y que las cosas se queden como
están”.
Insiste, vehemente: “¡No se les puede echar tierra a estos asuntos,
porque el día de mañana se van a agravar! ¡El PAN tiene que sentar un
precedente de que estas prácticas no puede permitírsele a nadie, sea
quien sea, llámese como se llame!”
–¿Ha platicado con Calderón lo que pasó?
–De esto muy poco y de manera muy rápida, por lo mismo: Él no interviene en esto.
–Anaya, uno de los orquestadores, es compadre de él.
–Por eso, más allá de compadrazgos yo lo conozco desde muy joven, conocí
a su padre, con el que tuve el privilegio de compartir mis primeros
años en el PAN. A él le preocupa el PAN, me consta el respeto que tiene
por el partido.
Los saldos de Calderón
No hay comentarios:
Publicar un comentario