lunes, 12 de marzo de 2012

Realmente vemos quién manda en SCyT

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Homozapping
“No Molestar a Televisa”, La Guerra con MVS 
(Segunda parte)

Consulta la primera parte aquí.

“Línea” de Televisa al Gobierno

El 10 de julio de 2008 llegó a las oficinas de Luis Téllez, titular de Comunicaciones y Transportes, un extenso documento enviado por Cablevisión, la otra filial de Televisa en televisión por cable, demandando el “reordenamiento” de la banda 2.5Ghz, ideal para los servicios de internet de banda ancha inalámbrico, compatible con telefonía móvil.

En su parte medular, el documento de 17 cuartillas, firmado por Jean Paul Broc, directivo de Cablevisión, pedía que la SCT le retirara los títulos de concesión que MVS detentaba en la banda 2.5 Ghz., que suman cerca de 190 Mhz, una cantidad muy importante de espectro radioeléctrico. Los cálculos que Cablevisión hacía en este documento es que el valor actual de esa banda, detentada por MVS y Ultravisión, era de 1,439 millones de dólares.

“El gobierno mexicano podría obtener de una eventual licitación de esta banda un valor económico aproximado de 1,439 millones de dólares”, afirmaba el documento de Cablevisión, que se encuentra actualmente en la página electrónica de MVS.

Cablevisión argumentó que, en su momento, las concesiones en la banda 2.5Ghz eran para prestar “exclusivamente servicios de televisión y audio restringido de microondas”. La revaloración de esta banda, ahora para servicios de cuádruple play, obligaba a que los concesionarios (léase MVS) pagara una nueva contraprestación o el Estado le negara el refrendo a este grupo mediático para que “reordenara” el uso de este espectro.

Como si dieran órdenes a la autoridad reguladora, los abogados de Cablevisión le señalaron al titular de la SCT:

“Como se ha visto, hay un uso ineficiente del espectro radioeléctrico concesionado, o en otras palabras, hay espectro ocioso que tiene un valor económico, cuya falta de aprovechamiento representa un alto costo social. Por ello, es indispensable que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes reasigne este recurso escaso con criterios de eficiencia y óptimo aprovechamiento.

“Adicional a lo anterior, deben señalarse los efectos nocivos que tiene en el mercado de banda ancha el que un solo concesionario concentre 190 Mhz. Si se considera que en la banda de frecuencias 3.4-3.7 Ghz a licitarse próximamente, se asignaran tres bloques de 50 Mhz cada uno, mismos que serán disputados por varios interesados durante el proceso de licitación respectivo, previa opinión favorable de la Comisión Federal de Competencia, resulta evidente que 190 Mhz representan casi cuatro veces el ancho de banda máximo a que cualquier aspirante pueda acceder en frecuencias como resultado del proceso licitatorio”.

En otra parte de su alegato, Cablevisión demanda que “por razones de legalidad y transparencia, a fin de dar un uso eficiente del espectro radioeléctrico, solicitamos a la SCT que las prórrogas de las concesiones de 2.5 a 2.69 Ghz que, en su caso, se otorguen, incluyan las modalidades de acceso inalámbrico para servicios fijos y móviles”.

De manera directa, Cablevisión le solicita a la SCT quitarle los títulos de concesión a MVS:

No sobra decir que la SCT cuenta con plenas facultades legales para establecer tal condición, toda vez que el artículo de la LFT señala que, entre otros requisitos que deberán cumplirse para el otorgamiento de prórrogas, el concesionario deberá aceptar las nuevas condiciones que establezca la propia secretaría. Así, no se trata de que la SCT unilateralmente modifique los términos y condiciones de una concesión, sino de que, una vez vencida ésta, la dependencia introduzca en el nuevo título de concesión las condiciones que exige el interés público respecto del aprovechamiento de un bien escaso del dominio de la nación”.

El 6 de marzo de 2012, en su colaboración en el periódico Reforma, Javier Tejado Dondé, director de Información de Televisa, calculó que el valor actual del espectro de 190 Mhz que detenta MVS ya no es de 1,439 millones de dólares sino de 7,500 millones de dólares. “De ese tamaño es la ganga”, afirmó Tejado.

Los argumentos de las autoridades de la SCT, de entonces a la fecha, han sido muy similares a los que estableció el documento de Cablevisión y los que ha señalado Javier Tejado Dondé para explicar la negativa al refrendo de estas concesiones y la necesidad de “reordenar” la banda 2.5Ghz.

El titular de la secretaría, Dionisio Pérez Jácome, afirmó en la entrega de la Agenda Ditial Nacional que la banda 2.5Ghz está siendo objeto de “una reorganización” por parte del gobierno federal y afirmó que ningún concesionario ha aceptado las propuestas presentadas para el pago de la contraprestación.

El comunicado del 2 de marzo de 2012, de la SCT, repite prácticamente el mismo argumento tecnológico que advierten Cablevisión y Tejado Dondé:

“Cabe señalar que la banda 2.5Ghz inicialmente fue concesionada en México, siguiendo las tendencias internacionales, para la prestación de los servicios de tv y audio restringidos (MMDS Servicio de Distribución Multipunto Multicanal). Sin embargo, con motivo de los avances tecnológicos, hoy en día ésta banda del espectro radioeléctrico es óptima para la prestación de servicios móviles, en particular banda ancha móvil”.

La única autoridad reguladora que se ha pronunciado a favor de la propuesta de MVS de conformar un consorcio concesionario que explote la banda 2.5Ghz bajo el nombre “Banda Ancha para Todos”, ha sido la Comisión Federal de Competencia.

En un oficio enviado a MVS y a la Cofetel, el 4 de noviembre de 2010, el secretario ejecutivo de la CFC, Ali B. Haddou Ruiz, admitió que el despliegue de esta nueva red de banda ancha inalámbrica con cobertura nacional “pude tener un impacto favorable en las condiciones de competencia y libre concurrencia”.

El proyecto “Banda Ancha para Todos”, lanzado el año pasado por MVS y sus socios de Clearwire, Alestra e Intel, quedó suspendido ante la negativa de la SCT a prorrogar los títulos de concesión en la banda 2.5Ghz y las negociaciones frustradas con la Secretaría de Hacienda para determinar el monto exacto de la contraprestación. La información, hasta ahora, ha sido confusa. Fuentes de Hacienda calculan que el pago de contraprestación debe ser 27 mil 873 millones de pesos por el uso de los 190 Mhz para los nuevos servicios convergentes, mientras MVS sostiene que debe ser 40 por ciento menos.

Eliminar a un Competidor

Para el especialista Raúl Trejo Delarbre las dificultades que ha promovido Televisa contra MVS tiene como objetivo “deshacerse de un inminente competidor en el negocio de la telefonía de nueva generación”, en tanto su sociedad con Grupo Iusacell, de Grupo Salinas, está pendiente debido a una decisión contraria de la Comisión Federal de Competencia.

Trejo Delarbre, en su análisis sobre la disputa por la banda 2.5Ghz, cita el ejemplo del nuevo Ipad que se puede conectar a una velocidad considerablemente mayor. Este modelo no se puede usar en México aún porque “en nuestro país todavía no hay servicios de internet inalámbrica con la tecnología conocida como 4G. El servicio más rápido del que disponemos actualmente en México funciona con redes de la generación 3.5 que hipotéticamente permiten recibir datos con velocidades hasta 84 megabits, menor a los 500 megabits que permite la tecnología 4G”.

“Los servicios 4G se pueden ofrecer en distintas bandas del espectro radioeléctrico. Pero la que resulta más idónea para transmitir datos a velocidades altas es la denominada banda de 2.5 Ghz. En todo el mundo, esta banda, también conocida como 2.6 Ghz, está siendo empleada para conducir internet a dispositivos móviles.  
En México, se encuentra inutilizada debido al antiguo litigio entre la empresa MVS y el gobierno federal”, advierte Trejo Delarbre.

“¿Es admisible tener una posición diferente ante el empleo de la banda de 2.5 Ghz porque está en juego el negocio de un grupo empresarial menos antipático que las televisoras?”, se pregunta el especialista en su análisis “MVS, Televisa y la Banda 2.5Ghz”.

“Lo importante es que el espectro radioeléctrico beneficie a la sociedad y no solamente a las empresas que invierten o se benefician con la asignación de frecuencias. Para eso hace falta una política de Estado que el gobierno actual no parece dispuesto a construir en los meses que restan de esta administración”, concluye Trejo Delarbre.

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