Estrictamente personal
Raymundo Riva Palacio
¡Gringos hipócritas!
PRIMER TIEMPO: Los sucios no están en México, sino en Washington. No es nada nuevo que las agencias antinarcóticos y de inteligencia tengan agentes encubiertos que en ocasiones ya no se sabe realmente en dónde están sus lealtades. México todavía paga intereses de agiotista a la DEA por el asesinato de su agente Enrique Camarena Salazar en 1985, que al tiempo que se involucraba con el Cártel de Guadalajara, los investigaba y les arruinaba el negocio. Como no podía caer parado en los dos lados, lo asesinaron. La CIA utilizó a los mexicanos más corruptos para pasar ilegalmente armas a la contra antisandinista, cuando la ley en Estados Unidos y México se lo impedía, y presionó a un juez para no meter a la cárcel a funcionarios mexicanos acusados de delitos en ese país, porque eran “activos”, o sea, trabajaban voluntariamente para sus intereses. Por eso no extraña el potaje en el que se encuentra el procurador Eric Holder, a quien le acaban de probar en Washington que sí supo en su momento de la Operación Rápido y Furioso, que la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) manejó desde Phoenix para entregar armas a cárteles de la droga en México y llegar a los jefes del narco. Mal le salió a la ATF, pues las armas no sólo mataron mexicanos, sino también a agentes estadounidenses, lo que ya no les gustó y empezaron a cantar las gargantas profundas que pusieron al gobierno de Barack Obama en situación incómoda. Holder siempre dijo que él no sabía, pero en el Capitolio dicen que es un mentiroso. Obama defiende a su amigo y dice que es inocente, pero las pruebas son cada vez más contundentes. Rápido y Furioso también fue un desastre en cuanto a objetivos, pues no arrestaron a ningún narco jefe. Claro que ningún mexicano debe tampoco equivocarse y pensar que hay justicia en Washington. Los republicanos que acribillan a Holder desde el Capitolio, no piensan en el bienestar de México. Simplemente quieren profundizar la herida en Obama para evitar su reelección el próximo año.
- SEGUNDO TIEMPO: ¿No que no tronabas pistolita? Cuando lo detuvieron, causó sensación por su aspecto de ejecutivo de bolsa. Y cuando lo deportaron a Estados Unidos, pensaron que Vicente Zambada Niebla, hijo de uno de los jefes del Cártel del Pacífico, Ismael El Mayo Zambada, sería ya una anécdota en México. Lo que no se imaginaban es que el llamado Vicentillo , le puso el cascabel al gato. Durante un testimonio en la corte de Chicago en julio, dijo que tenía “autorización” de funcionarios estadounidenses para traficar cocaína durante un periodo de cinco años a cambio de proveer información de sus rivales. Mike Riggs escribió en la revista Reason que durante dos meses el Departamento de Justicia, que encabeza Eric Holder, se negó a responder las imputaciones de que Rápido y Furioso mostraba un patrón gubernamental para romper la ley, y que cuando al fin lo hicieron, los fiscales hicieron muy poco para disipar los rumores. Los fiscales admitieron que el abogado de Zambada sí había sido un informante de la DEA, y daba la información que sus patrones en el Cártel del Pacífico —antes Sinaloa— recopilaban de sus adversarios. También reconocieron, como dijo Zambada Niebla, que el abogado había arreglado una reunión con la DEA en 2009, pero aclararon que se canceló en el último momento. El comunicado dice: “Los agentes que se reunieron con los acusados fueron instruidos expresamente por una autoridad más alta en la DEA que no se reunieran con Zambada Niebla, y ningún oficial con autoridad actual, o sea, el procurador general, le autorizó a los agentes ofrecer inmunidad”. Dice Riggs que esa forma de deslinde “suena familiar” y que ya lo había oído. En efecto, fue precisamente el procurador Holder cuando reaccionó ante el escándalo por la Operación Rápido y Furioso, y afirmó que las acusaciones no podían ser posiblemente ciertas. Igualito que ahora. Sí, no, pero no, aunque sí. Claro, estos nuevos detalles que meten a la DEA en el umbral del delito, no han aparecido en la gran prensa de Estados Unidos, que tiene la peculiaridad de esconder todo lo que apesta a putrefacción, hasta que les alcanza el cuerpo.
- TERCER TIEMPO: El gobierno de Obama, sí huele a gas. El diario El Paso Times, que tiene la cobertura menos oficialista de la prensa estadounidense sobre la política de control de drogas en su país, volvió a la carga esta semana y aportó nuevas evidencias de que el FBI permitió la introducción de drogas a ese país desde México porque estaban investigando quién sabe qué cosas —no lo dice el diario, y el FBI declinó comentar—. El Times de El Paso entrevistó a un investigador de ganado en Nuevo México, Wesley Dutton, quien durante 18 meses trabajó con el FBI. Dutton dijo que aceptó varios cargamentos de drogas a nombre de la policía federal estadounidense, que venían escondidos en las sillas de montar de caballos que importaban. El dicho de Dutton fue respaldado por una declaración similar de Greg González, ex agente de la oficina del Alguacil en El Paso, que también trabajaba con el FBI. Los dos dijeron al diario que el FBI detuvo toda esa operación en seco cuando empezaron a salir los nombres de “altos” funcionarios estadounidenses que recibían dinero de los cárteles de la droga. Rápido y furioso se trató de desacreditar a Dutton por tener una querella de dinero con el FBI —del dinero que dice pagó por las drogas y que no le dieron—, y su vinculación a grupos conservadores que atacan al presidente Barack Obama. Pero tiene a su favor que lo que denunció corre en la misma ruta de lo que declaró el Vicente Zambada Niebla en Chicago, y que hacen decir a cualquiera, que algo está podrido… en Estados Unidos.
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