¡¡Exijamos lo Imposible!!
Enfrentan poderes a Calderón
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
“Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos”.-
Simón Bolívar
Otro ríspido encuentro tuvo Felipe Calderón frente al Poder Judicial que encabeza el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza, y el Poder Legislativo, representado por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet. Frente a las acusaciones —sin presentar pruebas— del inquilino de Los Pinos ante presuntos actos de corrupción y omisión de los jueces en sus resoluciones, que “frenan” sus esfuerzos en su “guerra al narco”, el ministro le respondió con contundencia que ningún poder debe estar por encima de otro, le demandó que se denuncien actos impropios de integrantes del Poder Judicial, para que se investiguen y sancionen, le espetó que “colaboramos sin regateos en este esfuerzo que la sociedad democrática reclama”, y dio la puntilla al mandatario que cinco años después no se le reconoce el triunfo en las urnas, al aclararle que “nuestra legitimidad proviene de la sociedad”.
Calderón escuchó, con la quijada trabada, las palabras de Silva Meza en la residencia oficial de Los Pinos, donde se conmemoró “El Día Internacional de la Democracia”. La mayor parte del tiempo tuvo la mano izquierda apoyada en su mentón y la derecha apretando el brazo izquierdo, esforzándose por asimilar la lección de constitucionalismo que le estaban recentando. Al finalizar los señalamientos del togado frente a funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los titulares del Poder Legislativo y el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Alejandro Luna Ramos, y el ex.presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, el michoacano no lo aplaudió aunque si se levantó a estrecharle la mano.
Quien se ostenta como titular del Poder Ejecutivo de la Federación contuvo su molestia ante el discurso del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien ante sus acusaciones en las últimas semanas, particularmente en relación al caso del ex director de Operaciones de la Comisión Federal de Electricidad, Néstor Moreno, sostuvo que el poder que representa, el Judicial, “colabora sin regateos” al esfuerzo nacional de consolidar la democracia, y lo llamó a “no culparnos entre nosotros, aun cuando todos estemos en libertad de disentir”. Silva Meza le aclaró que “ningún poder puede estar sobre otro” y le recordó que los integrantes del Poder Judicial están sometidos al escrutinio de la sociedad.
La respuesta de Silva Meza a las acusaciones de Calderón no pudo ser más directa: “Nuestro compromiso con la democracia es absoluto. No toleraremos la existencia de actos impropios por parte de cualquiera de nosotros. Pedimos de la sociedad en su conjunto señalar cualquier conducta indebida que se detecte en nuestro actuar. Nosotros no los queremos en nuestro seno. La sociedad en democracia no lo merece. Cualquier acto reprochable que se suscite en nuestras filas es investigado y, una vez comprobado, es sancionado”. El togado se lanzó a fondo al precisar que “las instituciones, aunque podamos y debemos disentir, no estar de acuerdo, fijar posiciones divergentes en el ámbito de nuestras responsabilidades, tenemos claro que antes que nada está el interés de la Nación y en democracia ningún poder por encima del otro. Los tres por debajo y al amparo de la Constitución”.
RECURSO DEL MIEDO
La estrategia del miedo y el recurso de la amenaza parecen ser que es lo único que queda a la fallida administración de Felipe Calderón. A poco más de un año de concluir su accidentada y fúnebre gestión, al inquilino de Los Pinos lo único que le importa es la cada vez más clara posibilidad de entregar el poder a un militante del PRI o del PRD, y las consecuencias judiciales que de ese hecho derivarán por el genocidio al que sometió al país con su “guerra al narco”, que suma más de 50 mil muertos; con la violación a las leyes mexicanas, empezando por la Constitución; con el desvío de miles de millones de pesos a esa confrontación militar que canceló las posibilidades de desarrollo de millones de mexicanos y los condenó a la pobreza; y con el saqueo a las arcas nacionales.
Calderón no se cansa de lanzar amenazas a diestra y siniestra con quien se le ponga enfrente. Este jueves, en la residencia oficial de Los Pinos, donde se conmemoró el “Día Internacional de la Democracia”, advirtió que “la democracia, por desgracia, puede perderse” y acusó que las maquinarias gubernamentales de los estados desequilibran indebidamente la equidad de las campañas electorales. También la respuesta de Emilio Chuayffet, presidente de la Cámara Baja, fue inmediata al señalar que no debe afectarse la estabilidad. Dijo al michoacano que “encaremos nuestra responsabilidad sin desestabilizar nuestra estabilidad por precaria que pueda parecernos. Construyamos una propuesta común que defina eficazmente la legitimidad de origen y el ejercicio del poder, que lo descentralice y consolide libertades, promueva incesantemente la participación ciudadana en los quehaceres públicos”.
Frente al exhorto de la Secretaría de Gobernación, que encabeza Francisco Blake, a los partidos políticos para que refrenden su compromiso para sacar adelante la reforma política que se discute en el Congreso, el político mexiquense recordó al inquilino de Los Pinos que dicha reforma no debe pensarse para beneficiar o perjudicar a un grupo político, y advirtió que los enfrentamientos ideológicos deben resolverse mediante la discusión, no acudiendo a expedientes de velada o franca oposición. “Seamos auténticamente reformadores, no reformistas; transformadores, no remendadores. La reforma política se perfila y define mientras se hace, se redondea teóricamente conforme a la práctica y los hechos van indicando”.
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