Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
jueves, 25 de agosto de 2011
En nada a cambiado el PRI es el mismo
Sinembargo
Con sus mentiras, Humberto Moreira se está llevando de corbata a los priístas. ¿Qué autoridad moral va a tener cuando salga a decirnos que el PRI ha cambiando? Moreira, dice Guadalupe Loaeza, se parece a los priístas de los 30, 40, de la década de los 50, pero también, a los del siglo XXI. No han cambiado. Esencialmente son lo mismo, quizás hasta peores. ¿Qué van a hacer los demás miembros del partido? ¿Quién le va a creer a un hombre sin autoridad? ¿Qué va a pasar con el PRI?
Guadalupe Loaeza Sinembargo Moreira, el perfecto priísta
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