Editorial
¿Coincidencias?
Desde la primera vez que viajó a México Juan Pablo II, se sabía del arreglo entre el polaco y el entonces Presidente Ronald Reagan para que el Pontífice promoviera la Democracia y así socavar los regímenes totalitarios.
Y como la consigna de “divide y vencerás” sigue siendo la misma desde tiempos inmemorables; empezando por Polonia, el hoy beato se dedicó a balcanizar a las naciones.
Por lo que todas las naciones que Juan Pablo II visitó en sus “Viajes pastorales”, terminaron divididas y ensangrentadas (excepto Checoslovaquia) pero con Democracia.
Lo que no sólo hace recordar al ilustre Séneca, cuando dijo que “La Democracia es peor que las guerras o los tiranos”.
También hace extrañeza el que hayan hecho beato a un individuo que por su intervención se derramó tanta sangre.
En fin, si los norteamericanos hacen héroes a sus asesinos ¿por qué no habrían de hacer lo mismo en el Vaticano con los que, encima de todo, son protectores de pederastas?
Lo cierto es que en nuestro México, mientras los Estados y la Federación discuten seriamente por los dineros del Pueblo que el Gobierno Federal se gasta en mayoría (demasía, sería más propio); y el resto lo distribuye entre los Estados, dividiéndolo en un por demás injusto 80-20.
Y además en tiempos de entrega de acuerdo a sus conveniencias políticas y estado de ánimo; lo que pone en serio riesgo el tan temido como esperado rompimiento del Pacto Federal.
Y todavía traen a pasear las “reliquias” (trapos sería más propio) del perverso polaco que ensangrentó parte del mundo. Y por si fuera poco, todo en época de elecciones ¿Serán coincidencias?
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