¡¡Exijamos lo Imposible!!Editorial
Si de por sí la credibilidad hacia las Autoridades es literalmente nula, lo dicho por doña Elba Esther Gordillo, a pesar de que ya era por todos sabido, no dejó de impactar.
Sobre todo el que haya tenido el descaro de decir que apoyó a Calderón porque en su Partido ya no la querían; y porque Andrés Manuel no quería saber nada de su sindicato, y además dijo que lo apoyó a cambio de canonjías (gubernaturas, alcaldías, secretarías y sub secretarías) es, desde todos los puntos de vista, escandaloso.
No solo porque da a entender que la Democracia es una cloaca y que don Felipe era lo único que quedaba para “escoger”, sino también que en nuestro México, el Poder, y lógicamente, la Justicia, se negocian.
Pero cuando dijo que a los ciudadanos no se les puede andar diciendo la verdad, haciendo referencia a los “acuerdos” que bajo la mesa se llevan a cabo entre ellos, los políticos, el asunto se tornó, de escandaloso, a ofensivo.
Pues aunque si bien es cierto que fue Platón el que dijo que “Si a alguien hay que pueda tener el privilegio de mentir, a los gobernantes del Estado debe corresponder dicho privilegio” (cabiendo recordar que Sócrates, Platón y Aristóteles representan la decadencia del pensamiento griego)
Si de por sí, como se asentó en un principio, ya no les podemos creer nada a quienes nos gobiernan, con estas declaraciones en las que nos consideran como menores de edad (o retrasados mentales) a los que no se les puede decir la verdad, el todavía seguirles el juego de su Democracia, solo hace ver que los que estamos mal, somos los ciudadanos.
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