Editorial
Sin pasar por alto que Calderón está totalmente decidido a no entregar el Poder a los priístas, y que cuando el individuo dice que no, nomás no. Ya que a necio nadie le gana.
Cabe recordar que cuando era candidato habló pestes de Mario Marín (el “Gober precioso” visto por la sociedad como pederasta; delito, que desde muchos puntos de vista es mucho peor que todos los que se le puedan achacar a Jorge Hank Rhon, y que pueden ser bastantes)
No se puede pasar por alto que el michoacano arribó ilegalmente a la Presidencia (por la puerta de atrás) con la ayuda del PRI. Hecho que es ya del dominio público y que debe de haber fincado serios compromisos que, viniendo de Calderón que no tiene palabra, bien se pueden pasar a la carpeta de archivos.
Pero el tricolor, aunque aparentemente se ha vuelto sumiso, todavía conserva una fuerza que de ninguna manera se puede minimizar; y que bien podría, a pesar de que el michoacano tiene de facto el Poder, agarrarse del caso de Jorge Hank para curarse en salud y cerrar filas en contra de don Felipe, por lo que pueda venir; y que hasta el momento todavía se espera que llegue.
Pero si ya estando en Los Pinos se sentó con Mario Marín y con Ulises Ruíz para pactar con ellos. Sin olvidar su extraña alianza con el líder petrolero Deschamps, con la profesora Elba Esther (que lo hace como le viene en gana) y con el ya legendario “Chapo”.
Bien podría pensarse que puede llegar a hacer lo mismo con el Hijo del Profesor, con quien más de algún priísta de primera línea tiene fuertes compromisos.
Pero independientemente de las reacciones que puedan tener los amigos y allegados del poderoso empresario, nadie puede dudar que detener a un capo de ese tamaño, siempre trae consecuencias.
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