¿Y tu de quién eres?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
EDITORIAL

De los actos de fe.

La irreductible fe que en su ignorancia el pueblo de México ha depositado en la Virgen de Guadalupe, es a toda prueba. Pero igual se creen en la democracia. Igual se creía en la Selección de futbol.

Por más y más pruebas con las que nos topamos día a día que demuestran que las deidades no existen (y si existen no se meten ni para que pasemos a octavos de final, que no era pedir tanto) vivimos una democracia guadalupana, es decir, creemos en lo que no existe, pero se da la vida por ello.

Mucho menos intervienen las deidades para evitar desastres o calamidades (si ya no para evitarlas, cuando menos que nos avisaran) de evitar las guerras mejor ni hablamos.

Pero el Pueblo continúa en la idolatría creyendo firmemente que alguien va a venir a sacarlos del atolladero. Lo que nunca sucede.

Con esa misma fe en que todo se va a componer a partir de mañana en que emitan su voto. En esta ocasión, sin duda que no será por el mejor, ni por el menos malo, sino por el menos peor de todos.

Una curiosa democracia reservada exclusivamente para delincuentes de cuello blanco que utilizan al Pueblo para legitimar sus tropelías, fraudes y cochupos; de la misma forma en que don Felipe utilizó a las Fuerzas Armadas para legitimarse después de un fraude electoral.

Y por si fuera poco, ahora haciendo contubernios y “alianzas” aberrantes que caen dentro de la asociación delictuosa en detrimento de un tercero.

Por lo que no será nada extraño que el abstencionismo sea el gran triunfador de la jornada, toda vez que en una democracia real, si la mayoría de la gente no vota, es porque no cree o no quiere la democracia; y habría que cambiar a otro sistema de gobierno.

A todos los que mañana ejercerán libremente el derecho de votar. Respetuosamente se les recuerda que hace ya muchos Siglos el ilustre Fedro decía que “En un cambio de gobierno, los pobres si acaso cambiamos el nombre del amo”.