Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
miércoles, 30 de junio de 2010
Como unos 200 integrantes del FPDT esperan la liberación
Esperan liberación de presos de Atenco a las afueras de Almoloya
Junio 30, 2010
Ciudad de México, 30 de Junio.- Al menos 200 integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra llegaron al penal de máxima seguridad de El Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, en espera de la liberación de sus líderes Ignacio del Valle, Héctor Galindo y Felipe Álvarez.
La líder de dicho movimiento, Trinidad Ramírez del Valle, afirmó que con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el movimiento social de los ejidatarios de Atenco no murió y responsabilizó al gobierno mexiquense de la seguridad de su esposo.
Con machete en mano, destacó que el gobierno estatal cometió graves injusticias con la muerte de Javier Cortés y Alexis Benumea, así como las violaciones a las mujeres que ocurrieron el 3 y 4 de mayo del 2006.
“Con la libertad de mis compañeros se fortalece el movimiento, desde el 2001 tuvimos una victoria cuando se frustró un decreto expropiatorio de las tierras y hoy alcanzamos otra con la libertad de nuestros compañeros, así volvimos a vencer”, exaltó Trinidad Ramírez
Francisco Vega, corresponsal
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