![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKRX9RWyaFdoZ_Dj6sskE13Lcuvv_2nX4OL6Toxg7DhUKjl3tbIIg29Ej92h4ueVuj4j_Xt0IRlM9TuW5vubAIP0wnbS7jukpiBcinuAURsDBGmSwM7wAY0wTONhROa_W8hKdFAX3Hi_c/s400/Ernesto+Cordero+Renuncia+2.jpg)
No hizo falta que subiera a tribuna el diputado petista Gerardo Fernández Noroña, que se ha convertido en el dolor de cabeza para cuanto funcionario asiste a la Cámara.
Una operación en los ojos impidió a Noroña asistir al pleno. Pero ni falta hizo. En su lugar subió Mario di Costanzo, este chingón diputado, economista egresado del ITAM –el alma máter de Cordero también--, quien se le fue a la yugular:
“Usted ha sido un funcionario público altamente ineficiente. Como subsecretario de Egresos registró grandes subejercicios de gasto en programas sociales y de infraestructura productiva. En su gestión como secretario de Sedesol, y a pesar de haber tenido un presupuesto históricamente elevado, el número de pobres en este país se incrementó en casi seis millones”, acusó.
Disfrutaba el petista, ante el nerviosismo y el enojo de Cordero:
“Nos queda claro que usted no sabe trabajar para los 51 millones de pobres en este país. En cambio ahora, como secretario de Hacienda, nos deja ver que sirve a los intereses de los grandes capitales y de los poderosos”, remachó.
Decía esto último el diputado Di Costanzo porque en su primera intervención criticó que la Secretaría de Hacienda haya emitido en marzo pasado un resolución miscelánea que, a su juicio, da al traste con lo aprobado por el Congreso en materia de consolidación fiscal, pues permite a grandes consorcios reducir hasta en 90% el pago de impuestos diferidos. “Eso es una desvergüenza”, denunció.
Molesto por la respuesta del funcionario –“con esa resolución no se altera la meta de recaudación aprobada por la Cámara”, dijo tibiamente Cordero--, Di Costanzo le gritó de plano: “No mienta, secretario”.
Y remató, ante el griterío de la bancada panista:
“Si de nosotros dependiera, usted no estaría aquí compareciendo, sino más bien estaría enfrentando un juicio político”, soltó el petista.
Y amenazó a un ya enfurecido secretario: “Le aseguro, y le entrego dos carpetas que sustentan mis aseveraciones, que me comprometo a buscar los consensos necesarios para llevarlo a juicio político. Ya basta de que la Secretaría de Hacienda asuma a esta soberanía como su oficialía de partes”.
Di Costanzo bajó de tribuna y quiso entregarle en mano a Cordero las dos carpetas. Este no estiró la mano para recibirlas, sólo le indicó que las dejara ahí, frente a él.
Desde el principio de su intervención, Di Costanzo puso en aprietos al secretario. Su planteamiento tenía que ver con el especializado tema de la consolidación fiscal –que permite al conjunto de empresas de un consorcio pagar impuestos como si fuera una sola firma--, del que Cordero acusó no tener los conocimientos suficientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario