Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
lunes, 11 de enero de 2010
Perverto Rivera se pitorrea gacho de Gómez Mont
EDITORIAL
Sin Ley, pero con la Biblia en la mano.
Públicamente pitorreándose del Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien recién declaró que las iglesias deberán acatar la Ley, el Arzobispo primado de la Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera, respondió retadoramente: “No nos vamos a callar”.
Poniendo en un grave aprieto al Gobierno mexicano, que aún laico, de no aplicar las Leyes correspondientes que les impiden a las Iglesias meterse en asuntos de Estado, habrá de facto cedido las riendas de la Nación a quienes históricamente han sido sus tiranos, aunque verdugos podría ser un término más explícito.
Lo que sin duda aceleraría la inconformidad social que ya existe en nuestro México, que ya tuvo bastante con la sangrienta guerra cristera como para enfrascarse en otro conflicto religioso.
Sobre todo ahora que la Patria anda de cabeza ganándoles la guerra a los narcotraficantes, y sus soldados se encuentran tan atareados persiguiendo delincuentes.
Es de esperarse que don Fernando, siendo tan católico practicante, recuerde y argumente ante los sacerdotes, que el Cristo al que se refieren también habló de los pederastas, a los que maldijo.
Y toda vez que en México se acostumbra negociar la Ley, ambos pueden conjugar sus bíblicas posiciones y hacerle muy a la mexicana como le hicieron a “Juanito” cuando le descubrieron sus fraudes. O te sales de la jugada o te metemos al bote.
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