Nada que festejar
Cuauhtémoc Cárdenas quien renunció al valioso legado político que le heredó Tata Cárdenas y prefirió la Cheyen, ahora anda diciendo que "Poco o nada hay que festejar" (refiriéndose al Bicentenario de la Independencia y al Centenario de la Revolución) . Afirma que México vive una grave situación que requiere cambios profundos en las políticas de Gobierno. ¿Porqué no provocó esos cambios en el 88 o en el 2006?, este otro traidor de la democracia tiene mucha razón.Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
viernes, 20 de noviembre de 2009
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