lunes, 12 de octubre de 2009

La opinión pública está en contra del SME

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Apagón en los medios
2009-10-12

Índice Político
Por Francisco Rodríguez

Hace siglos que la opinión pública es la peor de las opiniones.- Chamfort

Tarea titánica constituye defender ante la opinión pública a un sindicato como el SME.

Víctima de una campaña de desprestigio que gira en dos ejes, cuando menosel de los altos salarios y prestaciones, uno, y el del deficiente servicio que en los últimos años ha prestado la Compañía de Luz y Fuerza, el otro—, sus integrantes son, ahora mismo, la encarnación del mismísimo demonio al que se debe anatematizar.

En el cénit de “la crisis que vino de afuera”, con un desempleo rampante, ante la pérdida del poder adquisitivo, sin expectativas cercanas de mejoría económica debido a la notoria incapacidad de las autoridades (in)competenes, prende el discurso de la existencia de “abusivos” trabajadores que se consideran “de primera”, que se heredan las plazas, reciben altos estipendios y hasta la posibilidad de “nadar con delfines”, para curarse de dolencias físicas o del alma.

Prende porque, de acuerdo con la lógica de las dos cubetas en las que se transportan cangrejos, una con tapa y la otra no, los mexicanos, en general, no toleramos que haya quien destaque más, quien pueda ascender y, en tal virtud, no aspiramos a obtener lo que tiene ese otro, sino a jalarlo hacia abajo para que, a final de cuentas, esté tan jodido como todos nosotros.

Prende la campaña de desprestigio, además, por la calidad del servicio que en los años más recientes brindó la empresa a los capitalinos, lo mismo que a 82 municipios del Estado de México, 45 de Hidalgo, 2 de Morelos y 3 de Puebla. Incapacidad para atender la creciente demanda, muy frecuentes variaciones de voltaje, arbitrarias mediciones de consumo, despotismo en el trato al cliente, entre otros agravios que hoy no se perdonan.

Adicionalmente, en otros estratos, se ha manejado el costo-beneficio presupuestal. Los miles de millones de pesos con los que el erario público ha subsidiado a la empresa.

Pega este apartado en quienes equivocadamente sostienen que tal subsidio obedece a lo “oneroso” que resulta el contrato colectivo de la Compañía con sus trabajadores, pero soslayan que dicha carga al erario obedece a las compensaciones que deben hacerse, debido a las tarifas preferenciales que la Administración otorga a consumidores influyentes, cual industriales y comerciantes.

Titánica tarea, además, cuando a todo ello hay que agregar la actitud mesiánica de los “liderazgos” sindicales mexicanos que se creen, a pie juntillas, aquello de que “después de mí, el diluvio”. La interminable reelección de las dirigencias gremiales ha sido obstáculo para la democratización de las organizaciones sindicales, aún aquellas que como el SME o los Telefonistas, por ejemplo, se las dan de “democráticas”. No hay contrapesos. Y en tal virtud, tampoco rendición de cuentas.

“Cae en blandito”, entonces, la nada sorpresiva decisión de la Administración del señor Felipe Calderón de extinguir a Luz y Fuerza y, en consecuencia, de desaparecer al SME.

Aplaude la medida buena parte de la población, merced a la repetitiva campaña que estigmatiza a los trabajadores “por recibir buenos sueldos y prestaciones”, cuando lo mejor que debería ocurrir es que estuvieran tan jodidos como usted o como yo.

Aplauden, asimismo, quienes ven en la medida un formidable ahorro para las arcas nacionales, al eliminarse un subsidio que, en adelante, será cubierto por los consumidores. Con tarifas más altas, claro está.

Los recursos así liberados, tendrán ahora un mejor fin. La administración calderoniana podrá contratar a más panistas en nuevos cargos de alta burocracia, para que gocen de los beneficios de una nómina abultada y prestaciones de jeque saudí. Para ellos . Para los trabajadores no.

Lanzan vivas y porras de júbilo, también, quienes ahora sí podrán realizar jugosos negocios tecnológicos con la infraestructura de Luz y Fuerza. Postería, claro, pero también la fibra óptica, para beneficio de empresarios panistaslos ya denunciados Martens y Canales Clariond—, pero también empresarios apoya-panitas, como lo es el grupo en el que se desenvuelve Carlos Peralta, quien ya tiene un pie dentro de la CFE.

Tarea titánica defender al SME.
La opinión pública está en su contra.

Índice Flamígero: Verdes no tan verdes. Una denuncia del colega Raymundo Jiménez da cuenta de que Enrique Aubry y Karim Carvallo, uno de 27 y el otro de 33 años de edad, respectivamente, coincidieron hasta principios de 2009 como regidores en el Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México. El 5 de julio pasado ambos fueron electos como diputados locales, pero el priísta Carvallo por el XLIII Distrito Electoral mexiquense, y el ecologista Aubry por la vía plurinominal en… ¡Jalisco!, entidad a la que fue enviado por Jorge Emilio González, a finales del año pasado, para resolver un conflicto interno entre dos grupos locales del PVEM, pero cuando se dio el reparto de candidaturas, el amigo del “Niño Verde” decidió apuntarse en el lugar número dos de la lista de candidatos de representación proporcional, para lo cual Quique Aubry detonó un gran escándalo porque no obstante que era regidor en Cuautitlán Izcalli, presentó dos documentos para acreditar su impugnada residencia en Zapopan: una carta emitida por ese ayuntamiento jalisciense y una credencial de elector con fecha de registro de 2004. En Veracruz, su hermano Eduardo Aubry acaba de provocar tremendo escándalo al protagonizar un zafarrancho en un concurrido restaurante de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, donde el dirigente estatal del PVEM, en estado de ebriedad y envalentonado por un “guarura” armado que lo protegía, ofendió y agredió a una señora y a su esposo que departían tranquilamente con otros familiares en dicho lugar. Como ninguno de los comensales sabía de quién se trataba, Lalito Aubry tuvo a bien gritarles que él era el dirigente del Verde Ecologista en la entidad, un dato que seguramente esos votantes, su parentela y amigos recordarán en las próximas elecciones de 2010.”

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