Esta lucha del Pueblo para fecal es "subversiva"

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La culpa del pueblo está en sus nexos con “extranjeros”
2009-10-19
María Teresa Jardí

No deja de ser curioso que a todo movimiento social por los que mal ejercen el poder en México se le busque vincular, acusándolo siempre, de tener nexos con extranjeros.

Puesto que el poder, que en México se practica, al menos desde Echeverría y no se diga desde Salinas y luego con Zedillo y por Fox, y hoy por el fecalismo, de plano ya descaradamente fascista, es el que tiene nexos con el extranjero, convertidos, los desgobernantes mexicanos, en simples vasallos entreguistas, lo que salta a la vista en cada uno de los actos de desgobierno que impulsan. Ahí está lo del remate de Luz y Fuerza —-para acabar con el SME—- para mejor entregar los conductores de la fibra óptica.

Fecal es el que se encuentra en manos de las transnacionales, de la CIA y la DEA y del imperio gringo, como salta a la vista. En manos del extranjero también, los apátridas que desgobiernan a cambio de que no se les cuestione la corrupción inmensa con la que se benefician. Entregan los bienes de la nación, a cambio de impunidad para su inmensa corrupción, y cancelan a los mexicanos toda posibilidad de futuro los que desde hace tantas décadas desgobiernan a México.

Es inaceptable la acusación de “subversiva” a toda lucha que el pueblo encabeza, sin otorgarle ni la más mínima posibilidad de que le asista la razón a defender aquello por lo que lucha. Peor aún es que acompañen, siempre, esa acusación con lo de tener “nexos con extranjeros”.

Si son “subversivos”, es obvio que deben tener, me imagino que es la elemental conclusión a que llegan incluso los señores “ministros”, nexos con extranjeros. El desprecio al pueblo, que no consideran ni siquiera capaz de pensar por sí mismo. Los de la APPO, además de ser calificados como “subversivos”, “tenían nexos con extranjeros”, reiteraba el impresentable ministro Aguirre Anguiano a lo largo de las emisiones televisadas sobre la discusión del movimiento ciudadano que en Oaxaca exigía la salida de un gobernante convertido en un tirano. Un tirano, amén de torturador y otras exquisiteces, que finalmente se suman, tardíamente, los ministros, a reconocer que es Ruiz.

¿Quién repone al pueblo oaxaqueño el tiempo sufrido en el que se dejó al frente del gobierno a ese asesino? Nadie. El pueblo no es lo que importa sino lo que a través de la tele se vea y, además, ya no hay tiempo para que el pueblo logre su salida. Lo de Ulises Ruiz, ya fue, como lo de Zelaya. Justicia tardía, no es justicia.

Perdonando, a Fox, además, por supuesto y a García Luna, al que no vaya a ocurrírsele secuestrarles a algún familiar, como hicieron con el hijo de Martí, por aquello de promover el deporte entre los jóvenes, tan contrapuesto: el deporte, a la venta de droga al menudeo, no vaya a ser que, en los ratos que la PFP no secuestra operadores de Luz y Fuerza, corridos, pero necesarios para dar el servicio, les ocurra una desgracia a los ministros si imparten Justicia. Amén de que los fascistas, ya se sabe, que siempre salen en defensa de los fascistas.

No deja de ser curioso que los represores, que en cuanto se abre un archivo salta siempre que esos sí están sometidos a extranjeros. En general gringos, aunque ahora también los cuerpos represivos israelitas anden en lo mismo. No deja de ser curioso ese afán de acusar al otro, del incluso pecado capital, que los fascistas cometen. Ya se sabe que en general son católicos. Ellos sí, con su imperdonable entreguismo. Poniendo la vida y la seguridad de las personas en manos de impresentables torturadores que cumplen con el cometido de ir a los países, con desgobernantes entreguistas, como el nuestro, a dictar las reglas de cómo mejor joder a los pueblos.

No deja de ser curioso que no les avergüence ni siquiera habiendo alcanzado el grado de “ministro” de la Suprema Corte, que no les avergüence el acusar siempre a los otros de lo que ellos adolecen, a pesar de la constancia de que la historia acaba por documentarlo siempre correctamente. Ahí está el caso de los recién abiertos archivos de la milicia paraguaya, como prueba de lo que aquí va a escribirse documentadamente cuando se investigue a los apátridas desgobiernos mexicano, vasallos, ellos sí, a los dictados perversos de los capitales extranjeros.