¡¡Exijamos lo Imposible!!EDITORIAL
De los cuentos y la economía.
El que las Autoridades continúen insistiendo en que ya se tocó fondo y que en el segundo semestre los ciudadanos vamos a ver la recuperación que ellos ya comienzan a ver (pero nosotros no) definitivamente no concuerda con los fríos números que dicen que el dinero se está acabando.
Si a finales del 2008 la reserva internacional de nuestro México sumaba 85 mil 441 millones de dólares, al 7 de agosto de este año, el saldo es solamente de 72 mil 598 millones de dólares, cifra que significó una disminución de 12 mil 843 millones de dólares. Nada más, ni nada menos…
Lo que de seguir por el mismo camino por donde va, como parece que seguirá (si no es que peor, pues el petróleo, las remesas y el ingreso por impuestos han disminuido considerablemente) da una lectura de pronóstico reservado más tendiente al desastre que a la mentada recuperación que el señor Calderón nos quiere hacer creer.
El “faltante histórico” de ¡300 mil millones de pesos! que para el próximo ejercicio fiscal que anunció el Secretario de Hacienda, quien inexplicablemente no ha sido renunciado del cargo por ineptitud más que probada, es a todas luces escandaloso.
Por lo que dio a conocer que el próximo año habrá una reducción de programas de gastos; aclarando que no se tocarán los que tengan que ver con el combate a la pobreza.
Olvidándose de la educación y la salud a la que piensan hacerles serios recortes: y como si dándoles limosnas a los pobres se fuera a resolver el problema. Y sin mencionar al campo que, sin apoyos, va a ser muy difícil, si no es que imposible, salir avante.
Sin poder omitir, aunque esto aparentemente nada tiene que ver con lo citado, pero sí, que de la denuncia que hizo la Sedena en la que se encuentran involucrados Vicente Fox, Eduardo Medina Mora y Santiago Creel en las nóminas de los narcotraficantes, no se ha sabido nada; absolutamente nada.
Y es a todas luces imprescindible que el Señor Calderón se pronuncie al respecto, a no ser que se le comience a considerar como cómplice.
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