19 Diciembre, 2008
Equivocarse es humano, mi estimado, perseverar es malévolo.
Espléndido.
Sobre todo cuando aquí entre el “catarrito” pronosticado por Agustín Carstens y la mentada solidez de la economía en el barco de gran calado que se anima ante la adversidad, los discursos presidenciales y de la bola de inservibles colaboradores del Gymboree parecen ir en sentido contrario a lo que expertos y analistas vaticinan para nuestro país.
No deja de ser simpático que al cuarto para las doce nuestros excelsos diputados, siempre tan congruentes con (sus fiessssstas decembrinas) la perspectiva de la profundidad de la crisis nacional, hayan alzado las manos (¿limpias?) para exigirle al inquilino de Los Pinos que, porfa, informe su visión acerca de los riesgos recesivos en nuestra economía nacional que va volando directo y sin escalas... al despeñadero en pleno año de elecciones intermedias, que no dejan de ser un divertido referéndum para el partido en el poder (del evidente no poder).
Estupendo.
Aunado al pronóstico de crecimiento negativo, de desempleo y de colosal incertidumbre en el plano económico (porque del rubro de seguridad, ni hablar) el anuncio de los chicuelos de BBVA Bancomer sobre la fuga, perdón, éxodo de inversión extranjera por más de 22 mil millones de dólares en los últimos 60 días es como para alarmar al más animado capitán, ¿no le parece?
Y con todo y el singular sonsonete de que ante la fatalidad crecen los talentos de tanto ilustre y experimentado personaje del Gymboree federal, habría que preguntar, con respetuosa candidez, cuál será la estrategia (si es que la hay) para enfrentar uno de los mayores retos que será el relacionado con las negociaciones de los contratos colectivos de trabajo con los atractivos sindicatos. Porque la cancha para ese peligroso vendaval, amable lector, ha sido delineada ya por los sectores empresariales —donde los muchachazos están siendo re$catados por este (des)gobierno– que buscan acotar el tope (4%) para los aumentos salariales en momentos donde lo que hay no alcanza… ni para la canasta básica y, tomando en cuenta las variables económicas, la cascada de cifras y datos es evidente que nadie se chupa el dedo ante lo que será el año de la tormenta perfecta. Cómo será, mi estimado, que hasta el ¡CCE! pierde los estribos exigiéndole a Calderón se ponga las pilas…
2009 tiene un capítulo muy especial reservado para el estercolero que serán las elecciones intermedias, donde el árbitro luce débil, frágil y poco confiable. 2009 demostrará que la polarización política del 2006 fue sólo un tentempié de nuestra endeble democracia que lamentablemente en lugar de avanzar… retrocede.
Por la Mirilla
Para Ripley finsemanero: Si Fox pactó con los traviesos y los encargados de las áreas civiles de seguridad pública son la misma narca, perdón, gata revolcada… ¿¿¿entonces..???
¡Adiós!
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