¡¡Exijamos lo Imposible!!Espino es un siniestro
pseudo panista golpista
Por Alvaro Cepeda Neri
Manuel Espino, el ultra pseudo panista ocultó la parte oscura de su pasado. Por ejemplo que en el gobierno de Francisco Barrio, fue encargado de los giros negros (cantinas, prostitución, casas de juego y todo lo relacionado con el ambiente más perverso de los vicios y debilidades de cierto sector humano) donde aprendió las mañas para usar la suciedad como armas, no de la más elemental política, sino de la irracionalidad.
Así que a partir de 1978, cuando se afilió al PAN tras su trayectoria neofascista en Durango y Chihuahua, ha sido un feroz peleador de cantina y callejero como lo fueron los camisas pardas y los camisas negras de Hitler y Mussolini, respectivamente.
Es una especie de caricatura del monje Savonarola (sin las cualidades de quien, finalmente, por querer hacer de Florencia un convento para los buenos, dejando fuera a los malos, fue ahorcado y quemado casi vivo, cuando intentó un golpe de Estado contra los Medici).
Por eso es que se las da de exorcista del panismo, maldiciendo a diestra y siniestra de la clase política de la cohabitación a fuerzas del PRD con el PAN de Calderón y el estira y afloja calderonista con el PRI, que ha impedido el desbordamiento de la crisis política con una oposición casi intransigente del lópezobradorismo y la precaria situación del país después del desastre foxista en el que Espino colaboró.
El panfleto de este rabioso ultra y duro, dispuesto a volar los puentes de Calderón con los partidos y el Congreso, sólo dice lo que le conviene. Y no podría ser de otra manera. Pero es necesario refrescarle la memoria. Apenas técnico electricista, sabe aguantar las descargas de las aguas negras donde siempre se ha movido como pez en el agua.
Espino busca meterle miedo a los calderonistas, para intentar manipular las candidaturas panistas a gobernadores y diputados federales, llevando mano en alguna de ellas. Le gustaría Sonora, para la sucesión de Bours su compinche y quien actualmente lo mantiene.
Y para esas maniobras está poniendo las condiciones, ahora virtuales, de un golpismo contra Calderón al que odia porque Espino, si bien con Creel en Los Pinos se veía como secretario de Gobernación, con la victoria de Calderón sus visiones eran las de mantenerse como dueño del partido azul. Lo sacaron a patadas del PAN, porque se negaba a dejar el cargo.
Y con esa defenestración su ira creció llegando a tramar cómo enfrentarse con Calderón para impedir su permanencia en el poder presidencial y de no lograrlo, entonces a tal grado atemorizarlo que Calderón tenga que recurrir al grupo de los Savonarola que quieren gobernar con padresnuestros: los de El Yunque encabezados por Fox y los neopanistas de los que Espino es su cruzado dispuesto a todo.
Esto quiere decir que el duranguense, como buen alacrán que se echaron encima los calderonistas por tenerle miedo, está dispuesto a seguir moviéndole el tapete a Calderón. Espino es un falso panista y un profeta desarmado que quiere la cabeza de Calderón, y como loquito merodea Los Pinos con hacha en mano.
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