¡¡Exijamos lo Imposible!!Por Federico Arreola
Ebrard y el costo de
hacer bien las cosas
Nadie en su sano juicio pensaría que la policía acudió al News Divine con el propósito de asesinar a una docena de jóvenes. Lo que pasó fue terrible, sin duda, pero nadie lo planeó. Son cosas que, por desgracia, ocurren en todas partes.
Lo que sí estaba planeado, en Los Pinos naturalmente, era utilizar cualquier tragedia en la Ciudad de México para golpear con saña a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno de esta metrópoli y uno de los pilares del movimiento democrático surgido luego del fraude electoral de 2006.
A Ebrard lo que no le perdonan en el gobierno federal es que insista en desconocer la legitimidad de Felipe Calderón y que, en cambio, siga viendo como presidente legítimo de México a Andrés Manuel López Obrador. Esta posición política que, por cierto, no viola ninguna ley, es la razón del odio que a Marcelo se le tiene en Los Pinos. Eso explica que los operadores de Calderón en los medios de comunicación hayan orquestado el linchamiento del gobernante del Distrito Federal.
Por fortuna, no han tenido éxito. La campaña de desprestigio a la que se han sumado no pocos periodistas (ayer en la mañana Carlos Loret de Mola daba pena con sus gritos histéricos contra el gobierno capitalino) apenas se ha visto reflejada en las encuestas. Esto es, no ha disminuido la confianza que la gente tiene en Ebrard. Porque una desgracia, por lamentable que sea, no puede ocultar la realidad: la administración de Ebrard ha sido muy buena. Punto.
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