HAY DE MENTADAS A MENTADAS

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Las mentadas de Molotov y

la hipócrita censura oficial

Ricardo Andrade Jardí
Otra vez las prioridades del neoliberalismo y la doble moral se confunden entre la hipocresía y la mediocridad “conservadora”; preocupada debería de estar la alcaldía de Matamoros de promover políticas de protección contra curas pederastas (violadores sexuales de niñas y niños) o por generar verdaderas alternativas de vida (futura) que no obliguen a los jóvenes y adolescentes a pensar en el narcotráfico como símbolo de éxito y de la “competitividad” tan promovida por nuestras corruptas instituciones de la “democracia”, en vez de ocupar su tiempo, con dinero público, para intentar boicotear al grupo mexicano de rock “Molotov”, banda de música que fue contratada para ofrecer en Matamoros un concierto el día 4 de julio, sumándose a la demanda de la Iglesia Católica “de no escuchar mentadas de madre”, a menos que sean, por supuesto, del gobernador de Jalisco luego de ofrecer jugosas y “pecadoras limosnas”, con el dinero de los mexicanos, para ser purificado, provengan de donde provengan, lo que lo mismo da para la jerarquía católica de Guadalajara.

Es bueno conocer en qué cosas se ocupa el gobierno municipal de Matamoros, y particularmente la Dirección de Cultura y Deporte, para comprender el porqué de la violencia que azota a aquella ciudad, donde el narcotráfico, el trafico de indocumentados, la prostitución infantil y la corrupción sientan sus reales, mientras “la moral” de “las buenas conciencias” se ocupa de censurar a un grupo musical, porque el contenido de sus composiciones y la calidad estética, o no, de ellas, es materia del ámbito artístico y cultural, de quienes bajo un marco de teoría crítica están facultados para valorarlo y ejercer su derecho a la crítica o bien del público en su derecho de escuchar o no al mencionado grupo; pero no corresponde al gobierno municipal promover un boicot de ningún tipo contra esa o cualquier otra manifestación o agrupación artística, cuando deberían gozar de la protección de los tres niveles de gobierno para ejercer soberana y públicamente el ejercicio de su derecho a la libre expresión y garantizar asimismo la seguridad de quienes están en su derecho de escuchar, ver o ejecutar, esa u otra manifestación artística; de escuchar, pues, a Molotov con todo y sus “mentadas”.

Un juicio político debería ser promovido contra esta administración de chatos (de visión) personajes, que por un lado callan atrocidades cometidas en nombre de la “libertad y la democracia”, pero que se afanan en ejercer con toda impunidad acciones que rebasan por mucho el espacio legal de su efímero mandato popular.

Es en estos pequeños imaginarios de la confusión neoliberal y conservadora donde se están gestando las peligrosas subjetividades del fascismo, al tiempo que el crimen organizado, la mayor parte del tiempo (organizado) al interior mismo de la instituciones de gobierno, se apodera de espacios públicos que fueron cedidos por quien está obligado a protegerlos y fomentarlos, “distraídos”, convenientemente, por este tipo de reacciones decadentes y a todas luces antidemocráticas que no pretenden más que callar la voz de lo que no puede ser sometido, controlado o enajenado.

Mientras tanto, el “góber precioso”, el asesino Ulises Ruiz, el fraude, el IFE, la impunidad, “la maestra”, Roberto Hernández, el FOBAPROA, el “lépero” gobernador de Jalisco, que se la lleva en vocabulario con Molotov, entre tantos otros, siguen haciendo de la “democracia mexicana” su papel higiénico.