Los temas de la refinación y la petroquímica en el debate del Senado dejaron al descubierto la criminalidad de la política petrolera de los últimos veinte años o más. En México, se decidió no invertir en nuevas refinerías y abandonar la petroquímica. Las consecuencias están a la vista: compramos en el exterior 40 por ciento de las gasolinas y mucho más de la mitad de los petroquímicos.
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
jueves, 12 de junio de 2008
¡¡CLARO QUE APESTA PEMEX!!
Los temas de la refinación y la petroquímica en el debate del Senado dejaron al descubierto la criminalidad de la política petrolera de los últimos veinte años o más. En México, se decidió no invertir en nuevas refinerías y abandonar la petroquímica. Las consecuencias están a la vista: compramos en el exterior 40 por ciento de las gasolinas y mucho más de la mitad de los petroquímicos.
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