martes, 10 de marzo de 2015

Hacen prever problemas inéditos al País

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Hasta el agua le quieren quitar al pueblo
Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes

El retroceso del país en lo que va del sexenio no tiene paralelo en América Latina. En tres décadas se desmanteló el Estado con viabilidad democrática surgido de la Revolución Mexicana, pero en los últimos dos años el daño a la nación ha sido espectacular, terrible y gravísimo para el futuro de las nuevas generaciones. Lo dramático del caso, es que el grupo reaccionario en el poder lo haya hecho sin ninguna oposición real de la ciudadanía, sin que en el Congreso haya podido establecerse una oposición firme en contra de las acciones que sólo se pueden calificar de criminales contra un pueblo sumido en el oprobio.

Así quedó claro, por si hubiera alguna duda, que la derecha secuestró a las instituciones del Estado, para ponerlas al servicio de una élite oligárquica que quiere asegurar el control total del país en esta administración. Todas y cada una de las políticas públicas en este momento están orientadas a fortalecer a la oligarquía y debilitar a las clases mayoritarias, con resultados nefastos que ensombrecen el futuro y hacen prever problemas inéditos a los mexicanos. Se les está orillando a la desesperación, quizá con la finalidad de obligarlo a recurrir a la violencia como última medida, para desatar una represión brutal y garantizar así la hegemonía de la cúpula reaccionaria en el poder.

Lo último que nos faltaba era la privatización del agua, lo que ahora se consiguió con la aprobación de la nueva Ley General de Agua en la Cámara de Diputados, cuyas consecuencias serán fatales en muy corto plazo para la mayoría de la población, de por afectada por la incesante carestía de la vida que ha dado por resultado una acelerada descomposición del tejido social en el país. Una probadita de la vileza de tal decisión reaccionaria la están viviendo miembros de la tribu yaqui, afectados por la represa que se le antojó construir al gobernador de Sonora, Padrés, para beneficiar un rancho de su propiedad. Sólo que lo hizo antes de tiempo y fue forzado a destruirla.

Con la nueva ley, Padrés no sería afectado en sus intereses mezquinos, sino recibiría la protección del Estado. En lo sucesivo será la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la que decidirá el porcentaje en que la iniciativa privada podrá participar en la explotación, distribución, facturación y cobro de agua potable. Además, se elevarán las concesiones de 25 a 35 años. De esta manera, un recurso natural socialmente necesario, será subsumido a mecanismos mercantiles que beneficiarán únicamente a quienes tienen poder económico para adquirir concesiones de usufructo del líquido.

¿Quién cree usted que se beneficiará con esta nueva disposición “legal” ultra reaccionaria? Llama la atención la voracidad insaciable del grupito cada vez más reducido que se está quedando con los bienes más productivos de la nación, pero más nos debe alarmar que lo puedan hacer con total impunidad, sin que el pueblo reaccione y se los impida. Esto demuestra el imperativo de organizar una resistencia firme, cada vez mejor preparada, para evitar un colapso irremediable, que ya se vislumbra a la vuelta de la esquina. Tienen mucha prisa por lograr su meta de apoderarse del país, colocar al pueblo de rodillas y garantizar que se mantenga tan indigna realidad lo más posible.

En estos dos años de “gobierno” de Enrique Peña Nieto, los avances de la ultra derecha reaccionaria han sido asombrosos, aunque su misma voracidad ha puesto algunos obstáculos a su desenfrenado frenesí por acumular riqueza y poder absoluto. Sin embargo, esa misma prisa será un factor que pesará en su contra, como lo deja ver el incremento desmesurado de la deuda externa, que suma ya más de 7 billones 559 millones de pesos: 26.4 por ciento superior a la que tenía al comienzo de la actual administración. Tan sólo en el mes de enero sumó 28 mil 365 millones de pesos más, todo un récord mundial.

Es preciso insistir en la necesidad de no permitir que la derecha en el poder se salga con la suya de “ganar” una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados en los próximos comicios de junio. No debe permitirse que el INE actúe como el medio idóneo para legitimar un fraude ignominioso. Urge organizar una eficaz vigilancia ciudadana que lo evite.

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