viernes, 18 de octubre de 2013

Gas Shell contamina tanto como EsPurioN

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Algo más acerca del fracking 
Juan José Morales

Impacto Ambiental

El pasado 11 de septiembre comentábamos en estas páginas que uno de los propósitos de la privatización de Pemex que con tanto entusiasmo promueve Peña Nieto, es facilitar la entrada a México de las grandes transnacionales extranjeras que desean explotar nuestros yacimientos de gas de esquisto o de pizarra, así llamado por hallarse atrapado en formaciones rocosas de ese nombre. Decíamos también que el método de fractura hidráulica o fracking, como se le llama en inglés, usado para extraer el gas, es tan nocivo para el medio ambiente que en diversos países no se permite su empleo y en otros está a discusión si se autoriza o no.

Pues bien, hoy tenemos una noticia al respecto: en Francia, el Consejo Constitucional equivalente a la Suprema Corte acaba de ratificar la prohibición de utilizar el fracking en el país o sus colonias. La decisión fue tomada en respuesta a la demanda presentada por la compañía norteamericana Schuepbach Energy, cuyos permisos de explotación de gas fueron cancelados después de que el gobierno francés estableció en 2011 una moratoria para el uso del método, en tanto se determina qué consecuencias ambientales puede tener. La empresa alegaba que, como la concesión le había sido otorgada antes de la prohibición temporal, ésta no podía aplicársele y por tanto debería permitírsele continuar sus operaciones. El Consejo Constitucional, empero, consideró que por encima de los intereses de un particular están los de la sociedad francesa.

El problema con el fracking es —como señalamos en aquella ocasiónque puede afectar severamente el medio ambiente y agravar la contaminación del agua y el aire. Entre otros, tiene los siguientes inconvenientes:
 
Debido a la gran cantidad de pozos que requiere, el paisaje en las zonas de producción resulta severamente degradado por la deforestación, la apertura de caminos de acceso y las obras de nivelación del terreno.

En segundo lugar, el método exige enormes cantidades de agua: en promedio, 19 millones de litros de agua para fracturar cada pozo. Esa agua se pierde, puesto que se inyecta a gran profundidad y desde luego se priva de ella a la agricultura, la ganadería, la industria y los sistemas de abastecimiento de agua potable.

En tercer lugar, el agua que se inyecta en los pozos contiene numerosas sustancias químicas que pueden contaminar los acuíferos subterráneos. En la superficie, las aguas residuales de la explotación, también cargadas de compuestos tóxicos, pueden llegar a ríos, lagos y humedales.

Asimismo, en el proceso de extracción del gas ocurren fugas de metano, un gas de efecto invernadero. Es decir, que tiene la propiedad de retener el calor solar y por tanto contribuye al calentamiento global y el cambio climático. Al metano se le considera extremadamente peligroso para el medio ambiente ya que su capacidad de retención de calor es 25 veces superior a la del dióxido de carbono, al cual usualmente se juzga el principal causante del calentamiento.

Por último, los gases residuales del proceso se queman en grandes mecheros, lo cual también contribuye a la contaminación del aire.

En fin, el fracking es muy conveniente para las grandes empresas petroleras, pero implica graves riesgos para los seres humanos. Por ello la tendencia en Europa y otros países es posponer su empleo el tiempo suficiente para realizar estudios que permitan precisar la magnitud de su impacto ambiental.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx

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