¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Un superman religioso
Francisco Rodríguez
Indice Político
Una vez más, Monseñor Abelardo Alvarado Alcántara, Obispo Auxiliar
Emérito de la Arquidiócesis de México y uno de los miembros de la alta
clerecía más lúcido que conozco, comparte con usted, conmigo, sus
reflexiones sobre lo que se espera del nuevo Pontífice Romano, tras la
renuncia de Benedicto XVI, quien ahora también es emérito en ese cargo.
Le cedo la palabra a don Abelardo: “En estos días de preparación al
Cónclave, los cardenales que han llegado a Roma (electores menores de 80
años y no electores mayores de 80 años), están teniendo reuniones
—llamadas Congregaciones generales—, mañana y tarde. Para la elección
del nuevo Papa los cardenales necesitan discernimiento, oración,
información, conocimiento mutuo, diálogo entre ellos y ser dóciles a la
inspiración del Espíritu Santo. A ellos corresponde definir el perfil de
quien sea el próximo Obispo de Roma y Sucesor de San Pedro.
“Estas son algunas de las consideraciones expresadas por varios
cardenales en entrevistas a los medios sobre el perfil del nuevo Papa
que la Iglesia necesita en estos momentos:
“- Ha de ser un hombre de profunda fe y oración, un hombre de Dios que
con su testimonio de vida, trasmita el mensaje evangélico; que sea un
pastor, cercano a la gente y sensible a sus necesidades.
“- Que dé prioridad a la evangelización y a la vivencia de la fe: una fe
cálida y entusiasta, una fe renovada y contagiosa, una fe que nos haga
sentir la alegría de caminar junto a Jesús, en la comunión con Dios en
su Iglesia; evangelización adaptada a las diferentes situaciones
culturales.
“-Que continúe con el esfuerzo de purificación al interior de la Iglesia
(acabar con la inmoralidad y la ambición de poder de los clérigos) para
hacer creíble su predicación. Cero tolerancia sobre abusos sexuales del
clero.
“- Que esté en una edad intermedia: ni demasiado joven ni demasiado
anciano; con suficiente vigor y fortaleza para cumplir las tareas del
ministerio petrino; de entre 65 a 70 años de edad.
“- La nacionalidad no sería determinante
“- Que sepa comunicarse con el mundo y con la cultura actual, abierto y
sensible al mundo, y que tenga experiencia pastoral para saber proponer
el contenido de la fe con claridad y convicción, utilizando para ello
las nuevas tecnologías de la comunicación; que hable varios idiomas.
Juventud, diálogo, modernización
“- Que busque atraer especialmente a los jóvenes, la mayoría de ellos alejados de la Iglesia.
“- Capaz de promover el diálogo ecuménico e interreligioso (con las
iglesias anglicanas, los ortodoxos, los judíos, los musulmanes, etc.)
“- Que responda a los desafíos que tiene la Iglesia en este momento:
rechazo de Dios, secularismo, abandono de la fe, relativismo; pobreza,
marginación, exclusión, migraciones, situaciones en el campo social, que
hacen necesario difundir y promover la doctrina social cristiana y la
práctica de la caridad y la justicia.
“- Que lleve a cabo la reforma de la Curia (revisar la relación de la
Curia con los diferentes episcopados; más representatividad de la
universalidad de Iglesia; más colegialidad —que en alguna forma implica
cierta descentralización de la autoridad—; más coordinación; mejor
administración con más transparencia, especialmente en el manejo de las
finanzas; menos burocracia, reducción y reorganización de las
estructuras) para que esté realmente al servicio del Papa en el gobierno
de la Iglesia. La Curia no debe gobernar a la Iglesia.
“- Hay quienes piensan que el nuevo Papa debe modernizar a la Iglesia
(el “aggiornamento” del que tanto se habló después del Concilio; se
piensa que esta modernización se debe llevar a cabo en el campo de la
moral sexual y de la bioética; permitir el uso de los anticonceptivos,
las relaciones prematrimoniales, el celibato opcional del clero y la
ordenación de hombres casados; el sacerdocio femenino, la aceptación de
los homosexuales, los experimentos con células germinales, etc. etc.
Ciertamente son éstas propuestas equivocadas. No es ésta la
modernización que la Iglesia necesita.
“Hay varios otros temas que preocupan a los cardenales y que suponen
diversas lecturas e interpretaciones: por ejemplo, sobre la
interpretación del Concilio Vaticano II en continuidad o no con la
tradición; significado de una eclesiología de comunión, etc.
“Parece superfluo afirmar que son tantos los problemas y desafíos que
tendrá que enfrentar el nuevo Papa que se requeriría un hombre
extraordinario, un superman religioso y que todos esos problemas no se
van a solucionar por decreto o por un voluntarismo de la máxima
autoridad de la Iglesia. No se nos olvide que por una parte la Iglesia
es también una institución formada por hombres, que necesita estar en
permanente conversión y trasformación y que por otra parte la barca de
la Iglesia la conduce Cristo.
“A este respecto resultan tranquilizadoras las palabras de Benedicto XVI
cuando, a punto de su retiro, refiriéndose a su pontificado expresó:
‘Existieron también momentos en los cuales las aguas estaban agitadas y
el viento era contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el
Señor parecía dormir. Pero siempre he sabido que en esa barca estaba el
Señor y que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es
suya y no la deja hundir. Es Él quien la conduce, seguramente también a
través de los hombres que ha elegido, porque así lo ha querido’... ‘Mi
corazón está colmado de gratitud porque nunca ha faltado a la Iglesia su
luz’ (Homilía 28 de febrero de 2013).”
Índice Flamígero: Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer. ¿Por fortuna, los 364 restantes del año son del hombre?
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