martes, 12 de marzo de 2013

Absurdo y pendejo el mensaje de 100 días

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Competencia entre monopolios
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Dos cadenas de TV abierta y una del Estado
Va Instituto Federal de Telecomunicaciones
Polémico renglón de retransmisión gratuita
Ridículos y sin sentido: informes de 100 días
Con Peña Nieto, más gatopardismo: AMLO
En Q. Roo, priístas registran amplias ventajas


“Hay pocos animales más temibles que un hombre comunicativo que no tiene nada que comunicar”.- Charles A. Sainte-Beuve

Cada acción del presente tiene una relación directa con el pasado reciente. A Felipe Calderón y al propio Vicente Fox se les señaló por no ser gobernantes sino administradores y muy malos del país; de ahí que el titular del Ejecutivo saliera a señalar dramáticamente que el llegó a la posición para transformar al país no para administrarlo, con lo que esto quiera decir entre líneas, porque es, precisamente por esa mala administración, la ejecutada en el pasado y la que priva en el presente, que el país no avanza. Se requiere de todo lo moderno y de entre esto hacer sobresalir la anti corrupción, esa que florece cuando se carece de lineamientos concretos para conocer día a día el camino que sigue el dinero, su destino final.

Las acciones de gobierno se ligan a esa pretendida transformación y de ahí, la urgencia de la presentación de la iniciativa de reforma en materia de telecomunicaciones, de la cual son muchos los que advierten que tiene una clara dedicatoria a Carlos Slim y su monopolio. Otros hasta revelan una supuesta conversación del mexiquense con Romero Deschamps, en la que éste le reitera que está para lo que se disponga; que con Azcárraga Jean el lenguaje fue diferente y que Peña Nieto le dijo que no tenían ninguna factura pendiente, que se le pagó por lo hecho durante la campaña; en el caso del empresario libanés, al parecer no hubo mucho diálogo y de ahí que surja lo del golpe directo a través de esta iniciativa que, sin duda, abre las puertas a la competencia para unos y otros.

Hemos visto la expansión del señor de las telefonías en el continente y fuera de él. En ningún país donde se ha instalado, que se sepa, le han modificado las reglas del sector o sea, que está acostumbrado a la competencia y, por lo tanto, ésta no debe serle del todo molesta y puede decirse que, incluso, está más que preparado para ésta. Solo que, como en varios casos que se han venido presentando, no es en estricto el poner orden lo que deja insatisfechos a muchos sino la forma que se sigue, lo que hay detrás y ese esquema en el que siempre se deja un campo abierto para la protección de otros grupos. O sea que hay que deshacerse de unos para que entren otros, pero las condiciones que no cubren las reglas o las canonjías o las protecciones siguen siendo las mismas.

Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, presentó la iniciativa de la que, dijo, busca fortalecer la capacidad rectora del Estado, el marco legal, la capacidad regulatoria y el ordenamiento de este sector para impulsar su crecimiento en un contexto de competencia equitativa. Llega así la transformación de la Cofeco y de la Cofetel, pero también se crea el Instituto Federal de Telecomunicaciones, que además de asumir las facultades de las dos anteriores, ordenará la desincorporación de activos de los actores económicos en las proporciones necesarias para eliminar efectos anticompetitivos. Y llega así otra camada de burócratas, ya que habrá 7 comisionados, incluyendo al presidente, quien durará en el cargo 9 años sin reelección. A estos comisionados los designará el Ejecutivo federal y serán ratificados por el Senado. Evaluarán a los aspirantes los integrantes de otro comité y ésta incluirá al titular del INEGI, al del Banco de México y al del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Todo esto convierte tal iniciativa en un sainete, en el que hasta para elegir a los comisionados surgen una serie interminable de interrogantes.

Y al decir que abren las puertas es porque las abren y de verdad, sin ver colores ni sabores ni quién tocó. Se plantea que la inversión extranjera sea de un 100 por ciento y no del 49, como se tenía en la actualidad en el caso de las telecomunicaciones y la comunicación vía satélite, así como de cero a 49 por ciento en radiodifusión. Tanto los de la televisión de paga como los de señal abierta deberán permitir, sin limitación ni costo alguno, la retransmisión de sus señales y, como ya se había anunciado, saldrán a la luz pública dos licitaciones para igual número de cadenas de TV abierta. La tercera, la que controlará el Estado, es claro que no se licitará, pero existirá.

Como es costumbre, a este evento asistieron secretarios de Estado, los presidentes de las cámaras tanto de Diputados como Senadores y los partidos políticos, ya que forma parte este documento de los renglones marcados en el Pacto por México, el que con toda “autoridad moral” coordinaba el “talibán” ex gobernador de Oaxaca, José Murat. Peña Nieto también hizo referencia al documento y señaló que se busca que las decisiones sobre el otorgamiento o la revocación de concesiones no sean de orden político sino técnico. “Es un simple ABC: A, es asegurar la cobertura universal; B, tener buenos precios; C, calidad en los servicios y contenidos. Esta reforma representa desafíos para los empresarios en telecomunicaciones, pero también es un momento de grandes oportunidades”, señaló.

De antemano, puede asegurarse que no habrá cambios en el texto de la iniciativa presentada, ya que los partidos políticos la festinaron a más no poder. Los del PRD pidieron a los legisladores de ese partido que la apoyaran. Zambrano considera que hoy, el grave problema del país sería no hacer nada o hacer lo de siempre. Así pensaba Calderón y nos sembró de cadáveres al país. Manlio Fabio Beltrones asegura que la reforma no está hecha pensando en lastimar o perjudicar a nadie, sino en beneficiar a todos los mexicanos. Según los panistas, se reduce el combate a la desigualdad social y reduce la brecha para el libre acceso a las nuevas tecnologías. Los del Verde sintetizan: “manos la obra que el futuro nos está esperando”.

El grupo Televisa, por su parte, difundió un comunicado en el que da la bienvenida a la iniciativa que fomenta la competencia en los sectores de radiodifusión y telecomunicaciones. Dice que es importante porque genera un ambiente que propicia la inversión en estos sectores y enmarca su convicción de que la competencia es el mejor motor para el desarrollo y crecimiento económico. Reitera que tal y como lo ha hecho durante 60 años, seguirá produciendo contenidos y que están preparados para competir en un campo más parejo, con nuevas reglas del juego y aquí es donde viene lo importante: “Grupo Televisa continuará participando activamente en desarrollar y ofrecer servicios de televisión restringida, acceso a internet de banda ancha y telefonía, tanto fija como móvil, a menos precios y mejor calidad”.

Seguramente que el renglón de retransmisión gratuita levantará ámpula, ya que los de TV abierta consideran que esto sólo pueden hacerlo quienes no tengan capacidad económica, pero las cableras que la tienen y que cobran por el servicio, por el paquete que los incluye, deben liquidar por tener los canales dentro de su programación. Este punto, dicen que habrán de dejarlo suficientemente claro en las leyes secundarias. Es en este punto, donde se cumplen antojos y se endereza a los jorobados y si no lo cree usted, al tiempo que por ahora ofrecen que el 70 por ciento de los hogares y el 85 por ciento de las pequeñas y medianas empresas tendrán acceso a la banda ancha. Aunque no dicen que la pobreza patrimonial tiene a millones sin techo y tienden a desaparecer día a día los pequeños y medianos empresarios.

DE CIEN EN CIEN

Fue un comunicador presidencial el autor del informe de los 100 días, mismo que fue literalmente copiado por gobernadores, presidentes municipales y hasta legisladores. Nada tan absurdo y ridículo como ese evento dentro del cuadro de incomprensibles acciones dentro de los mandatos de todos los niveles, del ejercicio de las funciones públicas. En ese tiempo, poco más de tres meses, es prácticamente imposible haber logrado medidas concretas y que puedan medirse los resultados. Por lo tanto, se han vivido 100 días de mandato de Peña Nieto que de lo único que nos hablan es de planes, proyectos, de futuros que no revelan ni los cómo ni los cuánto ni el número de ciudadanos a los que benefician.

En un afán de quedar bien, no miden sus expresiones quienes opinan. Los del Consejo Coordinador Empresarial, por ejemplo, hablan de que se nota un claro fortalecimiento del poder presidencial y nos preguntamos ¿es esto lo más sano en situaciones como la actual? ¿Acaso no es ese fortalecimiento la piedra sobre la que descansará el autoritarismo? Para quien encabeza el CCE, Gerardo Gutiérrez, es evidente un cambio de expectativas y ¿no es el mismo cambio que a nivel general se percibe el primero de enero de cada año hasta llegar al 31 de diciembre y volver a empezar porque nada sucedió? El gatopardismo, aludido por López Obrador, se hace presente ya que mucho es lo que se mueve, lo que se dice, pero todo sigue igual, no hay nada que nos revele que la pretendida transparencia, por ejemplo, nos dirá cuáles y de qué monto son los fideicomisos ligados al petróleo, por citar solo un ejemplo.
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