sábado, 16 de marzo de 2013

A pesar del saqueo Pemex es muy rentable

El EsPurioII posiblemente ni manejando una ambulancia la hace
¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Reformas en puja
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Legisladores sometidos por el pacto
A la vista, Congreso sin oposición
Petróleo y energía son el gran botín
Sigue activo el conflicto educacional
Imposible contener ola de violencia


“Nunca hay que pactar con el error, aun cuando aparezca sostenido por textos sagrados”.- Gandhi

La aprobación de las reformas laboral y educativa, el avance en la aprobación de la Estrategia Nacional de Energía, así como el progreso de la reforma en materia de Telecomunicaciones, fue posible gracias a los acuerdos cupulares entre las tres principales fuerzas políticas que suscribieron el Pacto por México, aunque las modificaciones constitucionales no hayan privilegiado el interés de la Nación, sino el de los poderes fácticos económicos al profundizar la actual política económica que beneficia a una pequeña minoría y afecta a la mayoría de los mexicanos, pues ha sido el marco perfecto para la ola de violencia, la pobreza, el bajo índice social, educativo y la inseguridad.

Las reformas estructurales que siguen, la energética y la fiscal, contempladas como prioridades en el Pacto por México, se inscriben en la misma estrategia gubernamental globalizadora. La domesticación del PRD y PAN realizada por el PRI, para impulsar las reformas estructurales que interesan al gobierno de Enrique Peña Nieto, han anulado el equilibrio de poderes en el país y neutralizado la participación del Congreso de la Unión, donde diputados y legisladores actúan conforme a la “línea” que les marcan sus dirigencias, olvidando el análisis a fondo de los temas nacionales, y reduciéndose a ser sólo “levantadedos” en sus curules, con tal de que se les respeten sus parcelas de poder.

El Pacto por México ha violado la esencia de la división de poderes, subordinando el Legislativo al Ejecutivo. Una gran vergüenza da cuando se observa, en las sesiones de las Cámaras de Senadores y de Diputados, cómo los legisladores actúan como robots, sin discusión, discrepancias, sin crítica, sin nada. La oposición a la política del actual régimen ha sido pulverizada y sólo pequeños grupos se atreven a levantar la voz contra las políticas neoliberales que aprueban “locos de contento” los legisladores y que como consecuencia, se aplican sin que se privilegie el interés de las mayorías.

Sólo grupos marginales, como el movimiento estudiantil “#YoSoy132”, se atreven a levantar la voz para oponerse al manejo político económico que está haciendo del país el régimen de Enrique Peña Nieto. Este viernes, la mesa de Soberanía Energética de ese movimiento sostuvo, en conferencia de prensa, su desacuerdo con el Pacto por México, al que calificó de “un cheque en blanco entregado por los partidos políticos a los organismos financieros de gran capital”, cuya pretensión es “desnacionalizar” al país en materia de energía, agua, minería, ferrocarriles y telecomunicaciones. “#YoSoy132” anunció una campaña de información en todo el país, sobre los riesgos que entraña la privatización de facto que pretende impulsar el gobierno federal en materia de recursos energéticos. También convocó a un debate público, al gobierno federal, para que argumente “frente a expertos y conocedores”, su propuesta de reforma energética.

A pesar de que la posición oficial de la izquierda, representada por el PRD de “los chuchos”, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, es, en estos momentos, que no habrá ninguna “moneda de cambio” para aceptar reformas impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto que vayan en contra de las ideologías y luchas perredistas, amplios sectores de la izquierda insertados en ese partido sostienen que el Pacto por México es un compromiso político y legislativo, en torno a la agenda del gobierno del PRI, para profundizar el modelo neoliberal. “La columna vertebral, la médula del Pacto por México, es la privatización de Pemex y la generalización del IVA”, advierten.

Dolores Padierna asegura que “el Pacto por México tiene una visión privatizadora de Pemex, abrir la competencia en la refinación, la petroquímica y el transporte. El pacto es omiso en temas como la política industrial, la construcción de infraestructura, generación de empleos, la recuperación salarial, la soberanía alimentaria, el reconocimiento explícito a los Acuerdos de San Andrés, el desarrollo de la juventud, la política de relaciones internacionales, la integración latinoamericana, el fortalecimiento del mercado interno”.
Otros observadores políticos destacan que con el Pacto por México, el gobierno de Peña Nieto impulsa compartir los yacimientos con petroleras extranjeras, bajo el señuelo de que invertirán decenas de miles de millones de dólares. “Ocultan que se llevarán cientos de miles de millones de dólares”. Destacan “los esfuerzos” que en su momento realizaron los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, en los cuales ingresaron al país 670 mil millones de dólares por exportaciones de crudo (9 billones de pesos) de dinero nuevo, fresco, con el que pudieron apuntalar una floreciente etapa de desarrollo nacional, pero desperdiciaron la oportunidad y dejaron una nación pobre y endeudada.

Apuntan que dejaron una deuda pública interna y externa de 6.7 billones de pesos, equivalente al 45 por ciento del PIB nacional. Sabemos los mexicanos del manejo frívolo, irresponsable, corrupto y antipatriota de las finanzas nacionales, durante los dos gobiernos panistas que se dedicaron a hacer grandes negocios particulares. Hoy el meollo de la reforma es Pemex, una de las empresas más rentables del mundo. Produce crudo a 10 dólares el barril, y lo vende a 100 dólares. Vende bienes y servicios por más de 2 billones de pesos, con ventas externas de un billón 699 mil millones y ventas internas por 696 mil millones, menos subsidios a las gasolinas y otros. Advierten que las multinacionales no vienen a industrializar al país, ni a compartir sus tecnologías, ni a crear empleos. Vienen por el 35 ó 45 por ciento de los más de dos billones de pesos de Pemex, de la renta nacional petrolera.

AVANZA ESTRATEGIA PRIVATIZADORA

A pesa de todas esas observaciones y de la advertencia del propio Enrique Peña Nieto, en el sentido de que la revisión de la política de subsidios podría impulsar una alza en el precio de los energéticos, el Senado de la República aprobó, el jueves pasado, la Estrategia Nacional de Energía con las perspectivas del sector para los próximos 15 años. El documento fue avalado por 83 votos a favor del PRI, PAN y PVEM, frente a 17 en contra y 7 abstenciones del PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Pocas voces se escucharon que se opusieran, entre las que destacó la de Manuel Bartlett, quien advirtió que “vamos a perder soberanía” y observó que la estrategia pone en evidencia la intención de la gestión de Peña Nieto, de privatizar el sector energético a través de la reforma que presentarán en el segundo semestre de este año. Layda Sansores. del MC, recriminó: No tienen vergüenza, se han dedicado a desmantelar a Pemex y aún así da resultados. Peña Nieto viola el mandato constitucional, lee al revés, indigna. Es heredar miseria y en tener mañana niños de luto”. Dolores Padierna señaló que “esta política neoliberal ha llevado a México de ser la quinta potencia petrolera en el mundo a bajar al noveno lugar.

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