¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El IFE no se enteró de costos de campaña
Gilberto Balam Pereira
TV y Peña Nieto
La sentencia del #soy132 de que “Televisa te idiotiza”… y TVAzteca
también corrió por las redes de manera inusitada. Se trató de una corta
frase de gran contenido de condena, denuncia y resentimiento social
juvenil.
El veloz ascenso político de EPN no podría explicarse ni hubiese sido
posible sin la imparcialidad y muy lejos de la objetividad con que los
medios televisivos se ocuparon de la publicidad electoral de quien sería
ungido como el tercer presidente espurio de las décadas recientes.
La correlación de fuerzas ha cambiado. Antes, Azcárraga Milmo decía que
Televisa era un soldado del presidente de la República en turno. Ahora
Azcárraga Jean tiene el poder suficiente para dominar agachados y
genuflexos a los candidatos electorales del PRI y del PAN, quienes
consideran que su futuro político depende de las condiciones que las
televisoras imponen en las negociaciones y contubernios con la clase
política. Las empresas televisivas terminan por conceder millonarios
contratos de publicidad y de difusión de imagen a los interesados, ahora
sometidos a la voluntad y decisión de los alcahuetes de las
televisoras, quienes han encontrado una vasta veta de saqueos al erario
que es el que fundamentalmente paga las campañas electorales. Por otra
parte, estos magnates televisivos se encargan de la manipulación de la
opinión pública como una de las expresiones de la ausencia absoluta de
democracia en el país.
Ya desde 1942, el grupo originario de Atlacomulco, con Isidro Fabela,
Alfredo del Mazo Vélez, Salvador Sánchez Colín y Arturo Montiel,
compraron, crearon o destruyeron periódicos para evitar críticas y se
rodearon de periodistas, articulistas y analistas afines. Hicieron
escuela.
Aunque los periodistas, con dignas excepciones, tienen memoria muy
frágil o francamente son “muy olvidadizos”. Pero el 11 de mayo de 2012,
en plena campaña presidencial se descubrió que durante el sexenio de
Peña Nieto la gubernatura mexiquense gastó más de 32 millones de pesos
en “apoyos informativos especiales”. Con nombre y apellidos se mencionó a
Oscar Mario Beteta y Joaquín López Dóriga.
Ahora resulta que el IFE insiste en que la campaña de Peña no rebasó los límites de gastos de la campaña.
Además del gasto de 990.6 millones de pesos del programa de Comunicación
Pública y Fortalecimiento Informativo que hizo el gobierno del Edomex
entre 2005 y 2011, Peña pagó 32.3 millones de pesos para apoyar
entrevistas y comentarios que se hicieron sobre él y su gestión.
La mayoría de los gastos se concentraron en 13 razones sociales y
personas físicas, según las facturas que el propio gobierno estatal
entregó, tras una solicitud de transparencia hecha en octubre del año
pasado.
Por ejemplo, al conductor López Dóriga se le pagó 9.2 millones de pesos,
según facturas a nombre de Astron Publicidad, agencia que contrató el
servicio, por comentarios en sus noticias de radio.
Además, entre 2005 y 2006 fueron facturados 112 mil 499 pesos para “E.
L. Producciones” por concepto de “apoyo información programa Perfiles
entrevistas” (sic). Otra de las razones sociales que más facturaron al
gobierno estatal por el concepto de apoyos informativos fue GRC
Publicidad Comunicaciones, a la que la entidad pagó 5 millones 780 mil
pesos.
En tiempos no tan lejanos, los gobiernos priístas y el partido llamaban a
esos “apoyos” especiales: “embute”, “entre”, “sobre”, “dádiva” o
“chayo”. Cualquiera que hubiera sido el vocablo, el significado real era
el de corrupción porque representaba la entrega de elevadas cantidades a
manos llenas en efectivo, a determinados periodistas afines al régimen
del PRI o al gobierno, que para el caso era lo mismo.
Otra figura de Televisa beneficiada en este contexto fue Adela Micha por 350 mil pesos para impartir una conferencia en 2012.
“Destinar recursos públicos para pagar ‘comentarios’ sobre gobernantes o
sus administraciones representa un fraude a la población y una forma de
corromper el oficio periodístico”, consideró Aleida Calleja, presidenta
de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
Los peñanietistas aprovecharon el contubernio de la alianza prensa-poder
que ha beneficiado a ambos bandos: a unos, los políticos, porque pueden
hacer lo que se les pegue la gana, desde robar hasta coordinar
escandalosos fraudes electorales. Y los otros, los medios televisivos se
procuran recursos del erario. Por eso no nos extraña que cada semana se
sepa de más y más nuevos fraudes.
El 11 de junio de 2012, el diario británico “The Guardian” dio a conocer
cables de diplomáticos de Estados Unidos en México y divulgados por
Wikileaks, en los que desde 2009 se advertía sobre una alianza
económico-política entre Televisa y Peña Nieto, lo que produjo una gran
inquietud en general. Los que menos se enteraron fueron los consejeros
del IFE.
Peña Nieto estaba pagando bajo la mesa grandes cantidades de dinero para
la divulgación de su imagen física y política. Desde entonces EPN
comenzó a figurar como el candidato presidencial a ser elegido.
El vicepresidente de Televisa, Bernardo Gómez Martínez se consideraba ya el vicepresidente de la República.
Televisa nada invirtió, salvo cobrar multimillonarias cantidades de pesos para posicionar a su alfil, el candidato mexiquense.
La empresa de Emilio Azcárraga tiene convenios publicitarios con los 31 estados del país y el DF.
Para Televisa no hay colores partidistas, hay intereses económicos, lo
que se demostró cuando dejó caer al PRI para favorecer a Fox.
México es uno de los países más cruentos del planeta y en el período
gubernamental de Peña en el Edomex, esta entidad fue un gran refugio
para todos los cárteles del narcotráfico con sus correspondientes
innumerables feminicidios, delitos organizados bajo los auspicios del
régimen peñanietista.
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