Rayos y convulsiones
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Abdicó Papa Benedicto XVI
Renuncia genera centella
Los Beltrones y los González
Julián Ricalde, otro afortunado
BO-EPN, visiones contrapuestas
“No hace falta renunciar al pasado al entrar en el porvenir. Al cambiar las cosas no es necesario perderlas”.- John Cage
Para donde se gire la mirada, hay convulsiones y no es que se hable de malos augurios sino de las situaciones que nos rodean, tanto en la política como en el terreno social, en el de la seguridad y hasta en el religioso. Ni para dónde hacerse cuando los jerarcas o nos muestran su inutilidad y sus corruptelas o simplemente renuncian porque ya están cansados, enfermos, porque no pueden con el paquete y, simplemente, dicen, declaran, afirman, que lo hacen por el bien de todos, para que llegue quien pueda cumplir cabalmente con responsabilidades que en el pasado reciente aceptaron sonrientes y llenos de promesas y de proyectos o, como en el caso de la Iglesia católica, con retos para que se retomen los valores sociales y religiosos.
Dependiendo de la ubicación geográfica, se supo acerca de la abdicación de Benedicto XVI. En México aparecía la información en los portales de los diarios a las 5:45 de la mañana de ayer. Las televisoras iniciaron sus noticiarios matutinos poco antes de las 6 con esa información, resaltando que la última abdicación tuvo lugar hace 600 años. Las opiniones surgieron de manera atropellada y aun cuando se afirma que el Vaticano está debidamente preparado para cualquier situación no regular, lo cierto es que el desconcierto reinó y que siguen señalando que merece todo el respeto la decisión del Papa de retirarse, aduciendo que está contemplado dentro de las leyes de la Iglesia que se pueda actuar de esa manera con plena libertad.
La jerarquía católica tiende a minimizar el asunto. Los feligreses caminan en un rumbo contrario. Y todo parece indicar que El Divino tiene otra opinión, como lo demuestra el hecho de que un rayo golpeó la Basílica de San Pedro tras el anuncio de Benedicto XVI, lo que llevó a completar el clima tormentoso en Ciudad del Vaticano. Y es que al mirar el entorno es una realidad dolorosa que, de una y mil formas, se ha buscado y encontraron cómo terminar con todas las instituciones, cómo llevarnos al terreno de la incredulidad y la incertidumbre. Nada tiene explicaciones lógicas, congruentes, aceptables para la mayoría. Ni la renuncia de Benedicto XVI, ni los “accidentes” que se han registrado en el país y que lo mismo se presentaron en la torre de Pemex que en helicópteros y en aviones en los que viajaban funcionarios del gabinete de dos ex presidentes, ni de lo que sucede en el terreno educativo.
Tampoco en el político, cuando sabemos lo que está sucediendo en el IFAI o en el IFE o con las redistritaciones o con las candidaturas ciudadanas o con esos fallos, determinaciones que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación que lo mismo se da el lujo de aprobar el cobro de intereses sobre intereses, que consideran “causa de fuerza mayor” un deseo presidencial sin argumentos para desaparecer la Compañía de Luz y Fuerza del Centro o deja en total libertad a quien tuvo señalamiento por secuestro. Está también el tema de la seguridad, en el que por un lado, la operación mediática del nuevo gobierno presenta reportes que son, más bien, mensajes a los señalamientos de protección a sus intereses que surgen de los Estados Unidos.
Como puede apreciarse, el panorama está más que enrarecido y a esto se abona la creación de los grupos de vigilancia ciudadana que, sin más ni más, el propio gobierno, el responsable de esa área, ha tenido que aceptar ante su incapacidad para brindar a los ciudadanos la tranquilidad y la seguridad a la que tenemos derecho, sino que es parte medular de sus responsabilidades.
VER PARA CREER
Y ahora resulta que la gran cruzada contra el hambre no contempla a las entidades donde no habrá comicios el próximo julio. O sea que resultó, tal y como se esperaba, un programa electorero y nada más, uno a la que se prestó la “chayito” de Ahumada como en su momento lo hizo la Vázquez Mota, unidas ambas por una igual ambición: llegar a ser presidentas de México, con el proyecto bajo el brazo que solamente relata la manipulación a través de dádivas y registros de los votos.
Pero también aparecen, en este esquema, los enfrentamientos entre los grupos priístas. Por lo pronto, ya no resultó de miel sobre hojuelas la nominación del candidato a gobernador por Baja California y esta posición tiene varios puntos para el análisis. Uno de ellos habla de otros proyectos superiores, como es el Pacto por México, y la necesidad de que los panistas lo sigan respaldando, de ahí que busquen que el tricolor llegue desgastado, no les interesa esa gubernatura que el blanquiazul ya está pactando para conservarla.
Para Jorge Hank, el auto destape de Castro Trenti fue un golpe inesperado y su reacción no se hizo esperar. Hay acuerdos, recordó a los del equipo cercano a Peña Nieto, y exigió que éstos se cumplan, por ello César Camacho tuvo que salir, dar la cara y aclarar que no hay todavía candidato oficial, que sigue hablando con todos los aspirantes y que hasta que salga humo blanco del edificio central de ese partido, se sabrá el nombre. En tanto, el hijo del profe recibió miles de muestras de apoyo de los tijuanenses y de paso, mostró músculo para que sepan que mucho ha “invertido” económicamente para poder tener aspiraciones y llegar al gobierno estatal.
El panorama para llegar a la derrota se repite ya que, como se tiene en la memoria, hace seis años cuando Hank compitió eran Fernando Castro Trenti y Alcides Beltrones los responsables de la campaña. La derrota, pues, tuvo padre y madre, y también como se sabe, Manlio Fabio no es de las simpatías de Hank y viceversa, y la prueba es que su hermano sigue siendo el padrino político del ex empleado de Hank. En este argüende, aparece otro personaje salido de novela de terror político: Amador Rodríguez Lozano, el principal operador de Sabines al inicio del mandato, el que salió también corrido, como Herrán Salvati, el que tuvo las confianzas de Salazar Mendiguchía y, obviamente, también compartieron riquezas. El es bajacaliforniano y ya anda por esas tierras. Sea cual sea el candidato tricolor, al que no hay que perder de vista es a Federico Vega de la Madrid, un ex alcalde tijuanense panista que podría dar continuidad en el poder estatal a ese partido.
VISIONES CONTRAPUESTAS
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