¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso
La derrota de Televisa
MÉXICO, D.F. (Proceso).- The Guardian no se ha “disculpado” con
Televisa y mucho menos se “retractó” de los importantes reportajes de Jo
Tuckman sobre la complicidad entre la televisora de Chapultepec y
Enrique Peña Nieto. Los artículos impugnados siguen disponibles
íntegramente en internet, tanto en inglés (http://ow.ly/htIFJ) como en español (http://ow.ly/htIQ1),
y el periódico no ha modificado una sola coma de su contenido. El
rotativo también ha colocado en línea los archivos obtenidos por su
reportera que documentan los supuestos acuerdos entre Peña Nieto y
Televisa.
Desde que se publicó el primer artículo polémico el
pasado 7 de junio, Televisa exigió una “disculpa pública” a The Guardian
y pidió que se retractara de las acusaciones respecto a la venta
subrepticia de cobertura mediática a Peña Nieto. También entabló una
demanda legal en contra del periódico en tribunales ingleses. Pero la
televisora no tuvo éxito en su estrategia jurídica ni en sus presiones
mediáticas.
En el comunicado conjunto emitido el martes 5, el
rotativo inglés se mantiene firme en su postura original de que los
artículos impugnados “planteaban una cuestión de interés público sobre
la relación entre Televisa y algunos candidatos a puestos de elección” y
que fueron publicados “de buena fe con base en el material
proporcionado por su fuente confidencial”. En otras palabras, The
Guardian defiende a su reportera y ratifica en todos sus términos su
decisión de difundir la información.
El comunicado deja claro que
no hubo ninguna violación a los códigos de ética periodísticos. Al
firmarlo, Televisa está aceptando la importancia de la información
contenida en los artículos y avalando el trabajo absolutamente
profesional de la periodista que los redactó.
Lo único que
Televisa logró tras casi un año de pataleos, presiones y gastos en
costosos bufetes de abogados fue un par de frases estériles en las
cuales The Guardian, diplomáticamente y de manera totalmente abstracta,
“reconoce que Televisa y sus periodistas buscan mantener los más altos
estándares editoriales” y “acepta que las autoridades electorales
resolvieron que la cobertura de Grupo Televisa cumplió con las estrictas
normas electorales mexicanas y neutralidad política”. Es importante
notar que el rotativo inglés no afirma que Televisa efectivamente cumple
con “altos estándares editoriales”, sino sólo que “busca” hacerlo.
Asimismo, The Guardian no avala el tratamiento que el IFE dio al caso
Televisa, sino que solamente “acepta” que existió el carpetazo.
La
lección entonces no es que los tentáculos todopoderosos de Televisa se
extienden hasta Londres para aplastar cualquier cuestionamiento a su
labor, sino que periodistas valientes y profesionales como Tuckman, y
Jenaro Villamil, de Proceso, lograron penetrar exitosamente la armadura
del Goliath mexicano al exhibir sus múltiples negocios turbios. Ningún
comunicado insulso y mal redactado podrá borrar los océanos de verdades
divulgadas en los polémicos reportajes.
Ahora bien, los mexicanos
no necesitamos un artículo de The Guardian para darnos cuenta de que
Televisa y el Instituto Federal Electoral no son neutrales o
independientes. Su favoritismo hacia Peña Nieto se comprueba una y otra
vez y es revelado sistemáticamente tanto en Proceso como en otros medios
independientes. México cuenta con algunos de los mejores periodistas de
investigación en el mundo que nos ayudan todos los días a entender los
entretelones del poder.
Otra ventaja que tenemos en México es que
aquí existe mucho mayor margen que en Inglaterra respecto de las
críticas permitidas hacia funcionarios públicos y medios de
comunicación. Aquel país es tristemente célebre por sus estrictas leyes
en materia de difamación y calumnia, las cuales limitan de manera
importante la libertad de expresión. Este contexto de control extremo es
lo que realmente explica por qué The Guardian finalmente aceptó emitir
un comunicado con Televisa.
Pero en México existe una libertad
mucho más amplia en la materia. La desventaja es que ello puede
utilizarse para amedrentar desde el poder a los medios independientes,
como cuando Televisa en 2010 quiso ligar a Proceso con capos del
narcotráfico o cuando la revista Letras Libres intentó en 2004 vincular
el periódico La Jornada con el grupo terrorista ETA. Ni Televisa ni
Letras Libres fueron obligadas a emitir comunicado o disculpa alguna por
sus acusaciones cobardes y de evidente mala fe.
La buena noticia
es que los nuevos criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en la materia son sumamente liberales y buscan proteger al máximo a
quienes critican y exhiben a los poderosos. El reto entonces es trabajar
para generar cada día más espacios de información y análisis crítico
para que se difunda mejor lo que realmente está pasando en el país. Sólo
así podremos evitar la información manipulada que nos recetan todos los
días los principales medios de comunicación electrónica, así como
derrotar una vez más la parcialidad autoritaria de Televisa.
www.johnackerman.blogspot.com
Twitter: @JohnMAckerman
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