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Enredos lapidarios
El vocero de la Marina, José Luis Vergara, insistió en dar una tercera versión sobre los hechos en que supuestamente fue abatido Heriberto Lazcano Lazcano, evidenciándose más irregularidades / Tal parece que la Armada de México ha sido utilizada con fines perversos para avalar un montaje, en el que el objetivo principal es darle credibilidad al arreglo que ha contraído “El Lazca” con Genaro García Luna
DE LA REDACCION, 10 de octubre (POR ESTO!).- Las insistentes contradicciones en que incurren la Marina Armada de México y la Procuraduría General de Justicia de Coahuila reafirman la farsa montada para “la jubilación” del jefe fundador del cártel de “Los Zetas”, Heriberto Lazcano Lazcano “El Z-3” y/o “El Lazca” y/o “El Verdugo”, a través de una presunta “muerte”, en donde las dudas se acumulan como lápidas que evidencian un tufo de corrupción, y que tiene como propósito fundamental cerrar un capítulo de la fallida guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón Hinojosa, escrita con tinta sangre que ha sembrado el dolor y el horror en miles de familias mexicanas y alentada desde la cúpula de la narco política mexicana.
Ayer, nuevamente, la Marina Armada de México a través de su vocero José Luis Vergara, insistió en dar una tercera versión sobre los hechos que lejos de aclarar el operativo con el que “abatieron” al líder fundador de los “Zetas”, evidenció la serie de irregularidades que prevalecieron desde el momento mismo en que se enfrentaron a tiros, el domingo pasado, en un paraje cercano al poblado de Progreso, Coahuila.
Sin conceder. Tal parece que la Marina Armada de México ha sido utilizada con fines perversos para avalar un montaje, donde el objetivo principal es darle credibilidad al arreglo que ha contraído Heriberto Lazcano Lazcano con el poderoso titular de la Secretaría Federal de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien es el principal beneficiado de la “desaparición” de este poderoso capo, dada la información que posee y que de caer en manos de algún cuerpo de seguridad de los Estados Unidos, relataría de viva voz las millonarias sumas que recibieron por permitir el nacimiento y consolidación como cártel, de la violenta organización criminal de “Los Zetas” durante las gestiones administrativas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
De otra forma no se podría explicar cómo el jefe máximo de “Los Zetas”, un hombre desconfiado hasta la médula y que siempre anda acompañado cuando menos por una escolta de 30 sicarios, al momento de los hechos estuviera acompañado tan sólo con dos hombres (hoy se sabe que se había dado la fuga uno más, durante el tiroteo) en un territorio dominado por su ex lugarteniente Miguel Angel Treviño Morales “El Z-40” (quien lo había sentenciado a muerte), como refirió el vocero de la Marina.
De acuerdo a informes confidenciales de autoridades federales, “El Z-40” fue el encargado de negociar con Genaro García Luna la expansión del cártel de “Los Zetas” a 18 estados del país desde el 2004, y ampliar sus actividades delictivas, o sea, además de sus actividades del narcotráfico incursionaron en los delitos de la extorsión o derecho de piso, el secuestro, la piratería y en los estados fronterizos del Norte y Sur, como es el caso de Quintana Roo, el tráfico de indocumentados cubanos y centroamericanos, donde los diarios POR ESTO! han documentado sistemáticamente la complicidad entre elementos federales y esta organización delictiva.
Esa pudo haber sido la razón que obligó al “Z-3” a llegar un arreglo con Genaro García Luna para evitar ser eliminado por su hoy rival “El Z-40”, dada la cercanía con este poderoso funcionario federal y que lo ha convertido en uno de los poderosos jefes del narcotráfico mexicano, hoy en día.
No tenía salida Lazcano Lazcano, era la negociación o la muerte, y por ello pudo haber aceptado montar la farsa de su muerte para pasar al retiro y gozar las millonarias sumas que acumuló en su reinado del terror y muerte.
Es así que las versiones dadas a conocer por la Procuraduría de Justicia coahuilense y la Marina Armada de México, cada día que pasa se hacen menos creíbles y se cuestiona con mayores elementos, al dar a conocer el abatimiento del poderoso capo pero sin presentar ningún cadáver.
Prueba de lo anterior es la postura adoptada por las autoridades de los Estados Unidos, quienes a través de la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha calificado la versión que han proporcionado sus homólogos mexicanos, como confusas y exigen una clarificación de los hechos para estar en condiciones de manifestar su postura.
Mostró cautela ante la posibilidad de la muerte de Lazcano Lazcano, y al respecto dijo “hemos visto estas historias en otras ocasiones, francamente no estamos en condiciones de confirmar nada”, sostuvo.
Y esto es una prueba que las dudas insistentes sobre “la muerte” del “Verdugo”, las cuales han trascendido fronteras, pues autoridades de los Estados Unidos han sido quienes les han dado un seguimiento puntual a las actividades de este poderoso capo, pues ofrecen hasta cinco millones de dólares a quien colabore para su captura.
Y las imprecisiones prosiguieron ayer cuando el vocero de la Marina, insistió en tratar de aclarar la participación de los elementos de su instituto armado en los hechos, pues lejos de clarificarlos cayó en serias contradicciones con respecto a las dos versiones anteriores que habían dado a conocer desde el lunes pasado, cuando filtraron la noticia a los medios electrónicos.
El Contralmirante José Luis Vergara reconoció que no había sido una investigación propia la que los había llevado a declarar erróneamente sobre la estatura, complexión y edad de Heriberto Lazcano Lazcano, sino que habían sido datos que les hicieron llegar por parte de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila.
En los datos erróneos que dieron a conocer en su boletín oficial, “El Lazca” había reducido más de 17 centímetros, pues los datos de la ficha criminal del capo que tiene en su poder la DEA, mide 1.76 metros en tanto la que ellos proporcionaron se trataba de un individuo de 1.60 metros.
Y el Contralmirante dijo al respecto, la diferencia del capo Heriberto Lazcano “El Lazca” reportada por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) y la consignada por la Secretaría de Marina, se debe a que el sicario pudo haber crecido casi 20 centímetros aún después de los 17 años de edad, dijo en una entrevista con Carmen Aristegui en MVS noticias.
Otro dato que alimenta las dudas e incrementa la versión de la farsa para propiciar el retiro del capo, es que la Marina, según la versión de la Procuraduría de Coahuila, avisó a ésta última cuatro horas y media después de haber ocurrido los hechos en el poblado de Progreso, y tampoco informó sobre que ocurrió durante ese tiempo que permanecieron con los cadáveres en el lugar de los hechos.
Datos que revisten mayor importancia dado que la Marina tiene códigos de manejo de sus tropas que no pueden ser violados por sus elementos a la hora de llevar a cabo sus tareas de reconocimiento y operativos, porque de haber sido como lo narran, evidencian graves negligencias que pusieron en riesgo la vida de sus elementos.
Esto es, ningún grupo de patrullaje o reconocimiento puede acudir a un llamado anónimo (o llamada ciudadana como ellos lo calificaron) con menos de un pelotón de infantes, o sea siempre se realizan con 12 elementos cuando menos y para abatir al “Lazca” únicamente acudieron seis efectivos que fueron quienes dieron muerte a este peligroso ex militar que al momento de los hechos les disparó con un lanzagrandas que tenía adaptado su rifle R-15, además que nunca aclaran si los involucrados pidieron apoyo a su base para repeler las agresiones.
Las dudas persisten, pues como hoy se sabe la Marina jamás pidió apoyo a otro cuerpo de seguridad, incluyendo al Ejército, quien tiene mayor presencia en el área, aún cuando puso en peligro la vida de sus elementos.
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