lunes, 15 de octubre de 2012

El PRD chucho que pacta y recibe órdenes

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El Pueblo, en las calles; sus enemigos, en sus edificios 
Lorenzo Salas González 

El PRD, cuando no da tumbos, se muestra como el peor partido de izquierda y decide que sus seguidores NO salgan a las calles a manifestarse, que porque ese fue el peor error de Andrés Manuel López Obrador y por eso perdió la presidencia en el 2012. Si acaso, sólo René Bejarano levantó la bandera de quienes usan las calles para dar a conocer sus inconformidades y sus deseos de que todo cambie en México.

Lamentablemente, los dos “Chuchos” (Ortega y Zambrano) siguen mostrando que la llamada izquierda moderna sólo pretende enchufarse en el poder y obtener desde ahí el mayor beneficio posible. Nos recuerdan la existencia, hace 50 años, de un Partido Popular Socialista al que le llamaban los comentaristas políticos la izquierda domada o domesticada. Sus discursos de oposición eran muy buenos pero acababan aceptando las decisiones del poder, no obstante que este partido era encabezado por una de las mentes más lúcidas de México: Vicente Lombardo Toledano.

En cuanto al cierre de Reforma que hicieron los simpatizantes de Andrés Manuel en el 2006, es un “argumento” usado por la derecha, tanto panista como la de Televisa, que en la campaña de 2012 repitieron hasta el cansancio. No obstante, hay dos cosas que olvidan los “Chuchos”: que en el reciente proceso electoral, López Obrador obtuvo un millón de votos más que en el 2006 y que seguro hubiera ganado si no hubiera habido una compra-venta generalizada de votos, acto ilícito que las autoridades electorales se negaron a investigar a fondo por motivo de fondos.

Y vale la pena agregar algo más: las calles son los lugares más adecuados, legales y legítimos en los que los ciudadanos pueden y deben manifestarse. Asì que si a este tipo de actividades los “Chuchos” las llaman violentas e inadimisibles, ¿en dónde se va expresar nuestro Pueblo? ¿En donde están los legisladores, protegidos por puertas, guaruras y vallas metálicas? Y si hay gente que el 1 de diciembre decide ir a protestar en contra de la asunción de Peña Nieto, los menos indicados para decir qué hacer son ellos, déjenle esta tarea al PRI. ¿O qué, también ya pactaron una toma de protesta “pacìfica, civilizada y tranquila”?

O estos izquierdosos derechizados ven mucho a Televisa o están buscando que les den imagen, pero repiten los dichos de los “analistas” y comentaristas del emporio televisivo. Ya hoy, en un programa de forote, el conductor que antes leía noticias de economía ha de ser muy codo, el nombre se escapa de la memoriadijo que las manifestaciones de mexicanos en el extranjero fueron ordenadasno dijo por quién—, pero le niega a esos mexicanos que se ven obligados a vivir en el exterior, el derecho que tienen a manifestarse públicamente en contra de quien representa la causa de los problemas que los llevaron allí.

Qué vergüenza que quienes debieran de encabezar las causas del Pueblo prefieran estar encerrados en los recintos oficiales, lejos, separados de la ciudadanía y de la realidad, disfrutando de los elevados salarios que son pagados de los impuestos de esas personas a las que ellos se niegan a defender y prefieren aceptar acuerdos que las dañan, porque creen que doblando la espalda van a lograr que los poderosos derechistas se convenzan de que lo mejor es lo que propone la izquierda.

Una prueba de quién manda en nuestro país son los spots que repiten hasta el vómito que México tiene prisa. Y en Alemania, Peña Nieto dice ante sus anfitriones alemanes que “México no puede posponer por más tiempo la experiencia exitosa en materia energética que han tenido en otras naciones.”

México está formado por más de 106 millones de mexicanos. ¿Se les ha consultado si es cierto que tienen prisa en vender PEMEX? ¿O México es un señor que obtuvo 21 millones de votosy no todos limpios—, pero 30 millones NO votaron por él, si sumamos los del PAN y los de López Obrador?

Por eso hay que seguir en las calles, reclamando lo que los que están escondidos en los recintos oficiales se han negado a dar: democracia, justicia social, paz y respeto a todos los derechos humanos.

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