¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Que Peña respetará las libertades… más le vale
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Con grandiosos acontecimientos de dimensión universal, como las
Revoluciones de 1810, 1854 y 1910 (nos falta la del 2010 que, al
parecer, sólo se ha pospuesto), el parteaguas de más reciente
celebración es el estallido de 1968, cuando vanguardias estudiantiles,
sobre todo de la UNAM y el Politécnico, arrastraron a unos dos millones
de mexicanos que se enfrentaron al sangriento autoritarismo del cruel
Díaz Ordaz, quien tuvo su imitador en Salinas de Gortari y su repetidor
en Calderón, y fijaron el límite al abuso del poder presidencial.
Este octubre se cumplieron 44 años de cuando en la plaza de Tlatelolco,
ese díazordacismo-priísta, arremetió contra quienes protestaban por la
brutalidad policiaca. Y en la Plaza de la Constitución, cuando las
juventudes del PRI, al mando de Jesús Salazar Toledano, dizque
organizaban un desagravio a la Bandera, los tanques se fueron encima de
quienes estaban ahí y desde los balcones del Palacio Nacional, de la
Suprema Corte y de la administración defeña, los empleados aventaban
monedas y piedras a los soldados que agredían al pueblo.
Este 2 de octubre en la Ciudad de México, unos 50 mil estudiantes,
profesores y ciudadanos se citaron en la Plaza de la Constitución para
el “¡2 de octubre no se olvida!”. Incluso se izó la Bandera a media
asta, en señal de luto por los caídos y encarcelados, que lucharon por
rescatar la vigencia de las libertades constitucionales. Destacaron los
jóvenes del movimiento #YoSoy132, recogiendo la antorcha del 68 como
nuevas vanguardias para frenar los abusos que en doce años resucitó el
autoritarismo panista con el agravante de la guerra que arroja más de
100 mil homicidios. Y miles de víctimas más.
Pero el oportunismo y la traición política no cesan en las élites que
gobiernan. Así que el presumido presidente electo, para quedar bien con
el movimiento estudiantil, declaró que será respetuoso de las libertades
y derechos de los mexicanos. Faltaba más. Y más le vale a Peña y su
antiguo PRI someterse al imperio constitucional. Y digo antiguo porque
existe un ala que propone su modernización, impulsando la Reforma
Política (saboteada por las huestes peñistas en la pasada Legislatura)
que busca cercenar a la actual Presidencia, para mayor democracia y
republicanismo; separando al Jefe de Estado del Jefe de Gobierno y
transformando a las dos cámaras del Congreso en un auténtico Parlamento
para tener una Presidencia de la República semiparlamentaria.
Más le vale a ese peñismo, aunque ya se nota que quiere una presidencia
al estilo autoritario de Álvaro Obregón en los últimos dos años de su
cuatrienio, con otro signo de autoritarismo al usar la palabra
“adelante” que utilizó Echeverría, el autor de la masacre del 2 de
junio. Que Peña quiera hacer caravanas con el sombrero de respetar
libertades (lo que es su obligación), para ver si penetra al movimiento
#YoSoy132, es oportunismo. Pero ha empeñado su palabra y esperemos que
cuando se instale en Los Pinos sepa ganarse la Presidencia que obtuvo a
la mala, legitimando el cargo al ejercerlo democrática, republicana y
constitucional. Y sin Atencos.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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