lunes, 13 de febrero de 2012

Rescate al campo y soberanía alimentaria

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Invita López Obrador a rescatar al campo, para rescatar a México
Culiacán, Sinaloa
Lunes 13 de febrero de 2012


PALABRAS DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, PRECANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA POR LA COALICIÓN MOVIMIENTO PROGRESISTA, EN EL FORO RESCATE AL CAMPO Y SOBERANÍA ALIMENTARIA

Amigas, amigos de Sinaloa, también invitamos de otros estados a este foro que plantea, que propone el Rescate al Campo y la Soberanía Alimentaria. Como hemos visto, como hemos constatado este foro ha sido muy fructífero, por lo que aquí se ha dicho y por la diversidad de los expositores.

Me gusto mucho el que estén representados indígenas, campesinos, pequeños productores y también empresarios del sector agropecuario como es el caso de Alfonso Romo, de don José, que siempre nos ha dado su confianza y le agradezco mucho y escuchar este último planteamiento del representante del Consejo Nacional Agropecuario, que es un planteamiento de avanzar, se trata del sector privado, del sector agropecuario, pero tenemos coincidencias plenas tanto en el diagnostico como en la propuesta.

Yo escribí este texto para esta ocasión, quiero también decirles que se están llevando estos foros en todo el país, ya estamos terminando, ya mañana es el foro de Cultura en Michoacán, pasado mañana es el foro de Pueblos Indígenas en Oaxaca, y con este foro, el miércoles se termina la precampaña.

Se han llevado a cabo ya 14 foros, de modo que se han analizado los problemas nacionales y se han hecho propuestas, se están haciendo una nueva gira del país, estoy recorriendo otra vez el territorio nacional, se han llevan a cabo mítines, asambleas en las plazas públicas, pero también se están celebrando estos foros para tener mayor claridad sobre los problemas y hacer las propuestas más adecuadas para transformar a nuestro país.

Yo escribí, les decía, este texto, para esta reunión y dice así:

La política aplicada en los últimos años, la verdad que todavía no debería a ahondar más sobre el tema, porque aquí se ha dicho, pero tenemos que subrayar, la política que han venido aplicando para el sector agropecuario y pesquero ha resultado un rotundo fracaso.

En cuanto la llamada política neoliberal, desde 1983, se inició el abandono de las actividades productivas del país en general, en su conjunto, y en particular se abandonaron las actividades productivas del campo. De manera simplista e irresponsable se decidió que en un mundo globalizado se podrían comprar alimentos y materias primas baratas en el extranjero y que no era necesario que el Estado promoviera el desarrollo del sector agropecuario y pesquero.

A partir de esta concepción neoliberal, los tecnócratas redujeron subsidios, eliminaron aranceles, permisos de importación y dejaron de considerar necesaria la inversión pública destinada al sector agropecuario. En otras palabras, dejaron sin protección a los productores y desmantelaron toda la política del fomento productivo.

Como era de esperarse, la apertura comercial, apresurada, sin límites estratégicos, pronto originó que los productores nacionales quedaran en abierta desventaja para competir con los del extranjero. Téngase en cuenta que los productores de otros países pueden vender más barato en el mercado mundial porque reciben subsidios, compensaciones, apoyos en tecnología y créditos blandos de sus gobiernos, mientras que en México los productores no gozan de los mismos beneficios y más bien están abandonados a su suerte.

Los efectos de esta política de apertura comercial se agravaron con la drástica disminución de la inversión pública destinada al sector agropecuario. Se redujo hasta casi desaparecer el crédito comercial y el de la banca de desarrollo. Por si fuera poco, el sistema de precios de garantía para los productos básicos fue eliminado con el pretexto de que era una política agrícola anticuada, aunque en Estados Unidos se mantiene bajo la forma de "ingreso objetivo" para garantizar los precios de maíz, trigo, soya, arroz, sorgo y otros productos.

Los resultados de esta otra guerra han sido desastrosos: se redujo la superficie de cultivo agrícola; se abandonaron potreros; disminuyó casi a la mitad el hato ganadero; se perdieron empleos rurales; creció la emigración como nunca; se despobló la mitad los municipios del país y aumentó la pobreza, la inseguridad y la violencia en todo el territorio nacional.

Habría que agregar que además ahora es mayor la dependencia alimentaria. Por ejemplo, en los últimos quince años, se incrementaron 400 por ciento las importaciones, para lo cual se han erogado alrededor de 180 mil millones de dólares.

En 1980, antes de la conversión neoliberal, el país importaba, aquí se habló de eso, el 27 por ciento del consumo nacional de arroz, en 2010 adquirimos en el exterior el 80 por ciento; en cuanto al maíz, las importaciones pasaron del 17 al 25 por ciento; traíamos de fuera 10 por ciento de trigo y ahora el 42 por ciento. De 1990 a 2010, la importación de carne de bovino en canal se incrementó 300 por ciento, la de huevo, 200 por ciento, la de ave, mil por ciento.

Es cierto que la agricultura de exportación ha crecido, pero no ha sido suficiente para compensar el incremento creciente de las importaciones en alimentos y materias primas. Baste decir que el déficit en la balanza comercial agroalimentaria pasó de 694 millones de dólares anuales, en el periodo 1980 a 1982, a 6 mil millones de dólares por año en el trienio 2007-2009. Hay que recordar que por cada dólar en alimentos que México importa, no sólo transfiere al exterior divisas escasas que podrían utilizarse para otros fines, sino que perdemos capacidad productiva y empleos rurales, se reducen los ingresos campesinos y aumenta la pobreza. Más aún, dejamos de aprovechar efectos multiplicadores de la actividad agropecuaria sobre la producción, el empleo y la inversión en otras ramas de la economía.

Aquí se dijo, con todo el potencial de alimentos, México es el segundo importador de alimentos en el mundo, luego de Japón, algo parecido sucede en lo que tiene que ver con los energéticos, somos productores de petróleo, y también somos de los importadores más destacados de combustibles en el mundo.

Yo tengo cuatro grandes prioridades que quiero exponer
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