jueves, 16 de febrero de 2012

Fecal pronto entrará en estado de shock

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Calderón: con todo contra el PRI


Quienes conocen de cerca a Felipe Calderón aseguran que es capaz de todo, máxime cuando hasta sus propias encuestas le advierten que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es el objetivo a vencer; ya sea en las urnas… o al suspender las elecciones, para no entregarle el poder presidencial desanclado del antiguo régimen y, tras la fracasada alternancia, sin un punto de apoyo para su modernización. Los cambios en la Procuraduría General de la República (PGR), en la secretaría de Seguridad Pública y el discurso del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, son las garras calderonistas para presionar la sustitución del precandidato del PRI (lo cual puede hacerse hasta finales de marzo próximo), pues Enrique Peña Nieto se le ha ido de la lengua al decir que aparte de la demanda en la Corte de la Haya, a Calderón le podría esperar el juicio político en nuestro país.




Sólo los muy demócratas acatan las reglas, entre éstas las electorales para, haya o no reelección (fuera de México, éste es un recurso esencial al juego democrático) entregar los poderes Legislativo y Ejecutivo a los vencedores en las urnas. Y Calderón es todo lo contrario. Así que urde 1 mil y una trampas para no entregarle el cargo (que muy mal ha desempeñado) a Peña, al que trae entre ceja y ceja. Para esto ha desempolvado viejos expedientes penales y fiscales de connotados priístas del antiguo régimen que abrirá de aquí a las elecciones. Subestima al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y su candidato, no obstante que Andrés Manuel López Obrador puso a Calderón contra la espada de nuevas elecciones en 2006, y la pared de una ilegitimidad que lo acompañó después de que él, el Instituto Federal Electoral (de Elba Esther Gordillo y el ahora banquero-consejero en Banorte, Luis Carlos Ugalde), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación se opusieron a contar nuevamente los sufragios.

A Calderón le da rabia y pánico entregar el cargo presidencial a la oposición y quedar como el que llevó al Partido Acción Nacional a su derrota; así que ha dejado entrever la posibilidad de criminalizar las elecciones del 1 de julio próximo, para tratar de suspenderlas y en una de esas, impulsar el golpe militar e impedir que el PRI o el PRD triunfen. Ambos finalmente se verán la cara por la competencia presidencial, pues el PAN con Josefina Vázquez Mota no levantará vuelo a pesar de las amañadas encuestas. Pero ya que no le queda de otra, la fortalecerá con una campaña antimachista, al movilizar el sector femenino con la carnada de que, siendo mayoría aplastante en el padrón, es hora de tener una presidenta (sobran los ejemplos), no obstante que ésta es igual de mediocre que Peña.

Calderón acorralado prefiere otro candidato en el PRI, pero si ve que es imposible y éste llega al umbral, querrá hacerle al Zedillo y darle la Presidencia a  López Obrador, siempre y cuando éste jale al electorado rural y semiurbano, a los pobres, al repetir o acercarse a los casi 15 millones de votos de hace un sexenio. Mientras tanto, se le seguirá atravesando al PRI-Peña. Y usando a la PGR, a las secretarías de Gobernación, Seguridad Pública, Hacienda y Crédito Público, Defensa Nacional, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y buscará el dinero sucio de personajes, dentro y fuera del país.

*Periodista

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