Álvaro Cepeda Neri
Felipe Calderón, malvado y perverso antimaquiavelista, ha sido política, económica y socialmente un presidente fallido. Uno más del montón
que ha padecido la nación. Y “ni yendo a bailar a Chalma” tuvo un éxito
a medias. Fracasó en todo. Llevó al Partido Acción Nacional (PAN) al borde del precipicio
y sólo un “milagro” (y en política no hay milagros), podría hacer que
la primera mujer panista postulada a la Presidencia de la república se
acerque a la victoria. Por lo pronto, tremendo susto dará a Enrique Peña
Nieto y a Andrés Manuel López Obrador, sumiendo en un mar de bilis a Calderón y a su favorito Ernesto Cordero que no sirvió ni para barbacoa a pesar de que el panismo gubernamental, sus desgobernadores, presidentes municipales y empleados del calderonismo lo apoyaron descaradamente.
Josefina Vázquez Mota le sacó la vuelta a Calderón y al
calderonismo. No con las mañas de éste, cuando con un golpe de sorpresa
se adelantó a Vicente Fox que intentaba poner a Santiago Creel. Vázquez
fue más astuta (el poeta griego Arquíloco escribió: “Muchas cosas sabe
la zorra, pero el erizo una sola y grande”) y asumida como erizo logró
la candidatura; pudiendo derrotar a los partidos de la Revolución
Democrática y al Revolucionario Institucional (PRI), si no fuera por el
mal gobierno calderonista que deja al país militarizado y como un volcán a punto de estallar
por el malestar, el empobrecimiento y el desempleo. Es una postulación
de género contra el machismo y entusiasmará al sector femenino… pero
temo que por la mala obra de Calderón, el PAN será vencido en las urnas.
Fox quedó con un palmo de narices cuando Calderón le sacó la vuelta
hace seis años. Hoy recibió “una sopa de su propio chocolate”. A la
frase: “Este arroz ya se coció” de Vázquez Mota que es foxista (como
Creel), Cordero siempre machista, respondió, burlón, “que ese arroz se
iba a quemar”. Su hermana y su favorito perdieron y eso que puso toda la
“carne en el asador” en una maniobra que no le resultó, con todo y sus
pronunciamientos religiosos (fue a comulgar, invitó al papa y se
encomendó a san Judas Tadeo) que lo exhibieron como un panista
derechoso, bilioso y parcial, pues militantes y “adherentes” del PAN
apoyaron a Vázquez.
Encarrerada no le quedó más a Calderón que dejarla seguir su competencia contra Peña Nieto que se las verá negras
y López Obrador que sigue en la lucha. Fox perdió con Creel, pero algo
ganó con Vázquez. En cambio, Calderón perdió de todas, todas; ha sido un
pésimo presidente y no obstante que es malvado y perverso, como
“operador” electoral fue derrotado en las elecciones intermedias por el
PRI que desde entonces agarró vuelo (con el senador Manlio Fabio
Beltrones hubiera sido imbatible). Sin poder anular a López Obrador,
Calderón debe de estar furioso. Pero “haciendo de tripas corazón”,
felicitó a la triunfadora con un gesto forzado. Calderón es un hombre
derrotado y se llevará entre las patas de su huida al PAN que con Vázquez, si bien le va, logrará un segundo lugar… a menos que Peña-PRI se despeñe. Y no se vayan, pues, como en el beisbol hasta que caiga el último out, todo es posible.
*Periodista
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