¿Los 25 millones de Duarte eran o son para Peña Nieto?
Álvaro Cepeda Neri
Veracruz, donde desgobierna con inserciones pagadas en la prensa escrita Javier Duarte, ya está en manos
militares debido a su incapacidad de garantizar una mínima seguridad a
quienes, además, saquea. Y ¿qué no existe un sistema bancario para pagar
con cheques (¿por adelantado?) las dizque actividades que
argumentaron?; en lugar de usar un avión oficial para que empleados de
confianza de Duarte (que no vayan a “cantar”) entregaran en Toluca esos
maletines con billetes de todas denominaciones. Y que nunca declararon,
al abordar ni al bajar, como exige la reglamentación. Con el agravante
de no contratar un servicio de seguridad para llevarlos a sus
destinatarios.
A sabiendas de que Felipe Calderón y su policía tienen en la mira a los desgobernadores
del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el obeso Duarte, con
todo cinismo e impunidad, envió ese dinero para entregarlo en propia
mano. Como dice la oposición (“piensa mal y acertarás”), esos 25
millones de pesos muy probablemente eran para Enrique Peña Nieto, que
entregarían (tal vez ya lo hicieron) a su “hombre del maletín”: Luis
Videgaray. Al ser sorprendidos, los portadores de las maletas dijeron no
saber a quién iban a entregarlos, hasta que otro empleado de Duarte se
apersonó para, con documentos –sin sellos oficiales–, nada más por sus calzones (han de ser calzonsotes) le devolvieran el dinero y a los dos cargadores. La nota exclusiva (Reforma,
30 de enero pasado) del saqueo a las arcas veracruzanas, la manera
sospechosa de llevarlo y la mención de una empresa fantasma que
supuestamente cobró 25 millones para organizar festividades veracruzanas
hace pensar que los partidos Acción Nacional (PAN) y el de la
Revolución Democrática (PRD) dieron en el blanco al decir que la millonada es la coperacha de Duarte a Peña.
El priísmo antiguo (si es que estábamos en vísperas de una
renovación) parece insistir en sus viejas prácticas de corrupción:
robarse el dinero de un pueblo con enormes carencias. Si el destinatario
era Peña, que no hay porqué dudarlo (puesto que necesita dinero por debajo de la mesa
para pagar su costosa campaña), ya nada hay nuevo bajo el eclipsado PRI
que busca regresar al poder presidencial, anclado en el pasado de
ladrones convertidos en empresarios, banqueros y dueños de fortunas en
el extranjero.
Si así es, más les vale a los electores seducidos por el copete,
ante el fracaso y corrupción del PAN y el foxismo-calderonismo, que
piensan votar por ese PRI, analizar bien su decisión, pues han
demostrado ser los pillos y bribones de siempre. La cola del viejo priísmo es muy larga y tiene Calderón de dónde cortar para exhibirlos. Y esto es la punta del hilo que conduce a los desvíos de recursos públicos, que no es otra cosa que robo con el nombre de peculado. El periódico Reforma acertó al contarnos cómo fueron pillados los empleados del desgobernador en una práctica corruptora que deben estar haciendo el resto de los desgobernadores
y no sólo del PRI… también del PRD y del PAN (como sucedió en
Guanajuato para financiar actos de Ernesto Cordero y, sin duda, para
Miguel Ángel Mancera, en el Distrito Federal, por el PRD). Es la
corrupción absoluta “que corrompe absolutamente” (Lord Acton, primer
barón Acton de Aldenham).
*Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario