¡¡Exijamos lo Imposible!!
El precio de una concesión que no será
Ricardo Andrade Jarí
Casi 40 mil ejecutados y una fiesta de mentiras mediáticas para ensalzar las falaces “victorias” de la guerra de exterminio que promueve el impostor en turno es el costo de la pesadilla a la que la telecracia nos ha llevado para mantener sus inmorales privilegios. Ese es uno de los temas de fondo que se deberían estar debatiendo; si Fecal es un alcohólico, debe someterse a un tratamiento, como cualquier otro enfermo, pero Calderón es además un asesino y no un asesino imprudencial, como suelen serlo los alcohólicos, sino un asesino con todas las agravantes, además de ser un individuo autoritario que festeja como bombo y platillo las “bajas colaterales” como justificante de sus “triunfos”, existentes nada más en la mente de un enfermo grave, y no necesariamente de alcoholismo, sino de un psicótico, que además puede ser que agrave su peligrosa patología con sus posibles adicciones.
La salida de Carmen Aristegui del noticiario matutino de MVS, además de un acto claro de censura. Es una acción de esas que la telecracia y los panistas critican mucho en personajes como Hugo Chávez, pese a que Chávez los hace, les guste o no, en el marco de la legalidad constitucional de Venezuela y hasta donde sabemos golpea, si se quiere llamar así, a medios que destacan no por su veracidad sino por ser cómplices incluso de intentos de golpes de Estado.
Fecal es un usurpador y Hugo Chávez, más allá de las simpatías o los odios que pueda generar, es el presidente más votado y refrendado del mundo.
La salida de Carmen Aristegui de MVS suena a otra cosa. Suena no sólo a la intentona del “democrático” panismo de censurar una voz medianamente crítica y en ocasiones hasta incómoda dentro de la decadencia del sistema. Sino que además, al parecer, con esa censura se busca ponerle precio a la concesión que busca adquirir MVS desde hace ya un tiempo. Un chasco se llevará MVS pues la salida de Carmen Aristegui los hará perder a la inmensa mayoría de su auditorio noticioso, dado que Aristegui era la escuchada por su destacada inteligencia, de lo que otros medios carecen por completo, más allá de que las oposiciones a su codiciada concesión son mucho más fuertes y poderosas que el usurpador. Por lo que la censura a Carmen Aristegui no les garantiza absolutamente nada, pues los opositores a soltar las concesiones son los verdaderos dueños del poder en México, y a menos que MVS se doblegue por completo a la voluntad de ese poder, no verán nunca la luz de la concesión que presumiblemente el panismo les ofreció a cambio de acallar a Aristegui por atreverse a sugerir que la Presidencia dé respuesta a la preocupación de muchos que como rumor que sube de tono corre por las redes sobre el alcoholismo de Calderón, quien tendría que someterse de inmediato a una pública revisión médica, como se tendría que hacer en cualquier democracia ante la menor suspicacia. La salud de un gobernante es un asunto de interés público que interesa a los gobernados y mas aún cuando se trata de un sujeto que ya tiene en su haber una nada envidiable cifra de 40 mil ejecutados y a media nación desangrada en una inútil, estéril y falsa guerra, que sólo sirve de cortina de humo para seguir otorgándole IMPUNIDAD a los verdaderos delincuentes de este país...
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